Si usted no está convencido/a de que en España toca trabajar más para mejorar los índices de productividad, al menos puede irse a casa con su pareja y ponerse manos a la obra en lo que viene siendo el acto sexual. Y, por favor, no tenga reparos en hacerlo sin protección, ya que en este caso tambiíén prima la productividad por encima del placer.
Tener más hijos es una de las alternativas que tienen los españoles para salir de la crisis. Es una autíéntica inversión a largo plazo, pero los jubilados del futuro, usted incluido/a, se lo agradecerán. La evolución demográfica que le espera a España es tan preocupante que varios expertos ya han advertido de que el retraso de la edad de jubilación hasta los 67 años es sólo el comienzo.
La firma de inversión Schroders, una de las más prestigiosas de Europa, acaba de publicar un informe en el que se revelan, entre otras cosas, que para 2050 el grupo de edad predominante en España será el de entre 70 y 74 años (ahora lo es el de entre 35 y 39). Tambiíén apunta a que en aquella fecha, España pasará a ser el segundo país de Europa más dependiente de la tercera edad, con un 1,2% de la población mayor de ¡95 años!
La explicación a este cambio demográfico tiene mucho que ver con la mayor esperanza de vida y los descensos de la fecundidad (ahora el ratio es de 1,3 niños por mujer). El paro juvenil tambiíén está detrás de este fenómeno. Con una tasa de desempleo juvenil del 43%, ¿quiíén se atreve a tener hijos?
Las consecuencias económicas de este preocupante envejecimiento de la población serán duras si no se toman medidas. "El crecimiento del PIB, en su nivel más básico, depende del crecimiento de la población en edad de trabajar o de mejoras de la productividad", dicen Virginie Maisonneuve y Katherine Davidson, autoras del informes, quienes añaden que, "a la vista de que la población española en edad de trabajar pasará del 69% al 54% del total, cada vez será más difícil apoyar el crecimiento económico". Así que las mejoras de la productividad se verán anuladas por la caída del empleo. Ahora más que nunca la capacidad reproductiva de los españoles ya no es sólo una cuestión de honra, sino de Estado.
