24 FEB 2010 20:16
Lo confieso, la útlima entrada de este blog enfocaba el problema del envejecimiento de la población por su lado más frívolo. Pero en el fondo es un modo directo de traducir los farragosos informes de la OCDE, UE, FMI y ahora Schroders: o nacen más personas en el futuro o el sufrido trabajador pagará el muerto de esa asuencia toda la vida.
El problema demográfico en España tendrá un efecto devastador en los presupuestos del Estado en pocos años. Para 2060 los costes relacionados con las pensiones, la salud y los cuidados míédicos supondrán un 28% del PIB.
Una de las soluciones pasa por el fomento de la natalidad a travíés de estímulos fiscales y mayores prestaciones para el cuidado infantil, permisos de paternidad, etc. Francia, por ejemplo, ha implantado un ambicioso plan de estímulo que ha tenido efectos muy notorios, pasando a tener una de las tasas de fecundidad más altas de Europa.
Otra alternativa sería fomentar una política de inmigración menos restrictiva para dotar a la economía de más masa laboral. Dos datos: 1) según un estudio de la ONU publicado en el año 2000, Europa necesitaría 1.357 millones de inmigrantes hasta 2050 para compensar el descenso de la población en edad de trabajar (sí, casi la misma población que China). 2) Los inmigrantes que viven en España tienen, en tíérminos proporcionales, mayor cualificación que los españoles.
Mejorar la productividad será tambiíén un factor clave y necesario. "Un modelo del FMI", cita el informe de Schroders, "sugiere que elvar el crecimiento de la productividad tan sólo un 0,1% anual podría compensar la mitad de la caída del PIB provocada por los cambios demográficos de los países industrializados".
Además, claro, de la medida ya anunciada de retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años. Sin embargo, esta decisión tan criticada por los sindicatos tendrá un efecto muy limitado mientras no se acabe con otro problema estructural de España: las prejubilaciones. ¿De quíé sirve alargar a los 67 la edad de jubilación si la edad real de retiro está en los 62?
La alternativa tambiíén pasa por compensar la pensión pública con una privada. Pero para eso habrá que cambiar la cultura del ahorro de los españoles y, dicho sea de paso, mejorar una industria de fondos de pensiones que deja mucho que desear. En los últimos 10 años la rentabilidad de estos fondos ha sido sensiblemente inferior a la inflación (0,1%).