Por... Paula Gil
La energía que en un futuro próximo iluminará nuestras casas será limpia, barata y, para regocijo de los consumidores hartos de la factura de la luz, permitirá prácticamente prescindir de las compañías elíéctricas.
Al menos, esto es lo que promete Bloom Energy, una empresa de Silicon Valley, California, que lleva ocho años trabajando secretamente en una nueva fuente de energía y que esta semana presentó su producto ante expertos del sector y periodistas.
El Bloom Box, como se llama el aparato, es un novedoso generador de pila de combustible que utiliza biocombustibles o gas para producir electricidad mediante un proceso electroquímico y, según sus responsables, permitirá a empresas y particulares generar su propia energía de una forma limpia y económica.
A diferencia de las cíélulas de hidrógeno, este sistema utiliza materiales más baratos, es más eficiente -permite producir el doble de electricidad que otros sistemas con la misma cantidad de combustible- es flexible y tambiíén reversible, pues el usuario puede tambiíén almacenar la energía que no consuma.
De momento, los generadores tienen el tamaño de un coche pequeño y cuestan en torno a los 800.000 dólares, y aunque Bloom Energy insiste en que se amortizan en un período de entre 3 y 5 años, la inversión inicial no está al alcance de cualquiera.
La firma cree que en diez años podrá fabricar generadores del tamaño de un ladrillo y a un precio en torno a los 3.000 dólares, convirtiendo a cada consumidor en una potencial central elíéctrica.
"Nuestra misión es poner energía limpia y fiable al alcance de todas las personas en el mundo", dijo K.R Sridhar, cofundador y consejero delegado de Bloom Energy, durante la presentación del Bloom Box.
De momento, sólo grandes empresas tienen acceso al aparato y algunas compañías como Coca-Cola o eBay lo han probado en los últimos meses.
El primer cliente de pago de Bloom Energy fue otra compañía de Silicon Valley, Google, que tienen instalado un generador de 400 kilovatios en uno de sus edificios y ha cubierto con íél buena parte de su consumo elíéctrico desde julio de 2008.
"Estamos muy emocionados con esto", reconoció Larry Page, cofundador de Google, durante la presentación del Bloom Box. "Me gustaría ver un centro de datos entero funcionando con este sistema".
La gran ventaja es que el generador permitirá a los consumidores prescindir de la compañía elíéctrica o usarla sólo en casos de emergencia, si bien es necesario disponer de un suministro de gas o biocombustible para hacerlo funcionar.
Es más, el usuario podrá incluso vender a su compañía elíéctrica local la energía que no consuma pues el generador permite almacenar energía.
Bloom Energy no es ni mucho menos la única empresa trabajando en este prometedor sector pero ha sido, quizá, la más rápida.
"Hay probablemente como unas 100 compañías trabajando en algo muy similar", dijo Jack Brower, director asociado del Centro Nacional de Investigación de Pilas de Combustible al diario "Los Angeles Times". "La clave está en que Bloom Energy tiene un sistema integrado y un paquete preparado para su distribución comercial".
Los expertos opinan que, no obstante, quedan muchas cuestiones por resolver antes de que esta innovación llegue a manos de todos los consumidores.
Está, por ejemplo, la vida del aparato, algo que Bloom Energy no ha aclarado, pues su íéxito está seriamente comprometido si es necesario cambiar el generador cada poco tiempo.
Otros analistas han apuntado que esta innovación podría tener un indeseable efecto sobre el precio del gas natural o los biocombustibles, disparando su precio por el aumento en la demanda.
Algunos expertos temen tambiíén que el Bloom Box se convierta en un nuevo Segway, aquel patinete elíéctrico de alta tecnología con el que sus creadores esperaban revolucionar el mundo del transporte hace unos diez años y que hoy es simplemente una curiosidad para turistas en algunas ciudades