Tras la pausa de la última reunión, el Banco de Australia ha vuelto a aumentar los tipos de interíés en el país. Lo ha hecho en 25 puntos básicos hasta el 4% ante las evidencias de recuperación económica y su capacidad de resistencia al temor de los inversores a los riesgo en torno a la deuda soberana de algunos países. La noticia no ha sorprendido a los mercados.