Tras dos jornadas de consolidación, los alcistas retomaron ayer la ofensiva sobre las resistencias críticas que encaran los índices e incluso superaron las primeras en el caso del Dow Jones. El índice industrial subió el 0,46% hasta 10.444 puntos, mientras que el S&P 500 se anotó el 0,37% y el Nasdaq volvió a liderar los ascensos con un 0,51%.
Los alcistas tenían que retomar la escalada de inmediata si no querían protagonizar un fallo en zona de resistencias de implicaciones netamente bajistas. Y es lo que hicieron, por lo que hoy Europa puede mantener el buen tono en la apertura. Pero no se puede cantar victoria, porque la escalada debe continuar y superar claramente las resistencias para que se pueda descartar el escenario de corrección.
Dicha continuidad dependerá hoy del crucial dato de desempleo que se publicará a las 14:30 en EEUU, sobre el que los analistas están muy despistados. Existe un rango de previsiones que va desde 20.000 hasta 85.000 nuevos parados, con estimaciones no oficiales que llegan hasta los 150.000 por el efecto del mal tiempo en la Costa Este. En consecuencia, es difícil aventurar cómo puede reaccionar el mercado a la cifra definitiva, que en todo caso nadie espera positiva.
Ayer, las demandas semanales de subsidios mostraron una caída algo mayor de la esperada, pero las ventas de viviendas pendientes cayeron el 7,6% cuando se esperaba una subida, precisamente por culpa de las nevadas en EEUU. No obstante, el dato de ventas en grandes almacenes fue sorprendentemente positivo (crecimiento del 4%). Finalmente, los pedidos de fábrica subieron el 1,7%, ligeramente por debajo de lo esperado.
El dólar prosiguió su remontada, y esta vez sí tuvo impacto en las materias primas: el petróleo recortó hasta 80,21 dólares y el oro bajó hasta 1.132,4. Los bonos subieron en precio, lo que hizo bajar su rentabilidad al 3,60%
