Botín ordena acumular liquidez ante la crisis... y por lo que pueda surgir
"Yo no quiero hacer más compras... salvo que se presente una oportunidad", suele asegurar con cierta sorna el presidente de Banco Santander, Emilio Botín. Y en ello está: la consigna oficial, que el pasado viernes refrendó en Sao Paulo, es que no se van a hacer más compras. Pero si se rasca un poco en la superficie, el asunto no está del todo claro.
Según ha podido saber elEconomista, el propio Emilio Botín ha ordenado a sus ejecutivos que es momento de acumular liquidez. De entrada, la maniobra no sorprende demasiado, ya que el resto del sector financiero tambiíén vive pendiente de obtener cash. La razón: las violentas turbulencias que sacuden a la banca así lo recomiendan. No está el patio para andar pidiendo liquidez a otras entidades, sean competidores u organismos supervisores.
El Santander es, con toda seguridad, la entidad nacional que presenta menos problemas en este sentido -le sobran plusvalías, papel que llevar ante el Banco Central Europeo (BCE) y una posición comercial privilegiada-, siempre es mejor proveerse desde dentro.
Por ello, la directriz del presidente de Banco Santander es primar la captación de pasivo -depósitos, emisiones de bonos, IPF etcíétera-, prestar con cierto criterio y emitiendo papel, titulizando o con cíédulas hipotecarias.
Dejando a un lado el momento económico, que a todas luces no es el mejor, las intenciones de Don Emilio no se quedan únicamente en la salvaguarda ante unos tiempos marcados por la incertidumbre. Y es que, según fuentes del sector consultadas por este periódico, la entidad de origen cántabro podría estar tambiíén preparándose para realizar una compra.
En este sentido, la acumulación de plusvalías le conceden igualmente un tremendo margen de maniobra, en especial las conseguidas con el traspaso del banco italiano Antonveneta al tambiíén transalpino Monte dei Paschi. La operación se cerró en 9.000 millones de euros, de los que 2.400 millones son en concepto de beneficio. í‰ste podría incrementarse aún más, hasta unos 3.200 millones, si vende Interbanca, la filial de banca corporativa, que será cedida por unos 800 millones de euros.
Renunció a ampliar capital
Aunque la orden de acumular cash puede parecer contradictoria con la renuncia a la ampliación de capital que Banco Santander, con motivo de la compra de ABN Amro, tenía prevista; una vez más si se vuelve a rascar en la superficie, la cosa vuelve a variar. Y es que el accionista del primer banco español sufre con tanta compra. Casi sin darle tiempo a asimilar la anterior, el Santander se mete en otra operación y cada título se va diluyendo un poco más. De esta forma, si el Santander es capaz de obtener liquidez por otros medios -sea para capear la crisis o para realizar una adquisición- estará mimando a sus accionistas.
La negativa, el mejor síntoma
A pesar de que comprender el universo de Emilio Botín es realmente una tarea ardua, y hacer previsiones sobre íél un ejercicio de equilibrismo, resulta imprescindible estar pendiente de las señales que manda el presidente del Santander al mercado. El pasado viernes aseveró que, por ahora, nada de aventuras compradoras. Y lo explicó, más o menos, en los mismo tíérminos que utilizó poco antes de hacerse con el Central Hispano o, más recientemente, con ABN Amro. Es decir, que cuando el jefe del banco rojo declara públicamente que no tiene intención de lanzarse a la caza de una pieza, casi es el momento de estudiar los posibles objetivos a los que puede estar sondeando. Entre ellos, sin duda, estará ahora EEUU: hay miedo a lo desconocido, a lo que queda por ver de las subprime, pero tambiíén gangas. Y eso a Emilio Botín no se le escapa.