Ebro Puleva ha llegado a un principio de acuerdo con Lactalis para venderse su división láctea en una operación valorada en 630 millones de euros.
A partir de ahora se abre un periodo de cuatro semanas para que Lactalis revise la situación financiera de Puleva y se llegue a un acuerdo definitivo que deberá recibir el visto bueno de la Comisión Nacional de Competencia.
Gracias a este operación, Lactalis logrará una facturación en España cercana a los 1.200 millones de euros. De hecho, pese a ser uno de los principales operadores lácteos de Europa, la compañía gala es más conocida en España por dos de sus marcas comerciales: Príésident y Lauki. Tampoco hay que olvidar que hace sólo unas semanas Lactalis dio otro golpe de mano en el sector lácteo español gracias a la compra de Forlasa, la empresa manchega propietaria de El Ventero y El Gran Capitán.
En la puja, Lactalis se ha impuesto a otra multinacional francesa, Yoplait, que contralada por el fondo de capital riesgo Pai Partners, había logrado el apoyo de otro de los grupos lácteos españoles, Pascual. Otros de los posibles compradores eran Campina y Arla, además de la asturiana Central Lechera. Esta última se cayó de la subasta final, ya que el precio ofertado no cumplía con los requisitos de Ebro Puleva.