La solución está cerca, pero todavía no llega. Los bancos creedores de Sos Corporación han hecho llegar ya a la compañía su propuesta para reestructurar la deuda, que asciende a 1.100 millones de euros. Como ayer hicieron saber, el plan no difiere mucho de los tíérminos planteados por su asesor, el banco de negocios Credit Suisse, aunque sí exigen una condición: la necesidad de aportar 140 millones al capital.
Esta cantidad no es nueva. En realidad, los acreedores reclamaron a los accionistas de Sos Corporación antes de que se iniciara el proceso la necesidad de inyectar 200 millones de liquidez. Las cajas de ahorro presentes en el grupo de alimentación (Unicaja, Cajasur, CCM, Cajasol y Caja Madrid) aportaron en su momento 60 millones de euros vía críédito participativo y dejaron pendiente el resto del importe.
De momento, las 51 entidades financieras que conforman el pool de acreedores ha renovado el compromiso de espera suscrito con la Sos Corporación que vence el 15 de marzo hasta finales de mayo. Para entonces, está previsto que los accionistas hayan tomado su decisión de afrontar una nueva ampliación de capital o bien de diluirse si finalmente dan entrada a un inversor que aporte el dinero restante.
El mandato concedido a Credit Suisse para dirigir el proceso de reestructuración no incluye la búsqueda de un inversor, al menos hasta que las condiciones de la refinanciación no estuvieran cerradas, según fuentes financieras. A partir de este punto, la entrada de un nuevo accionista es una más de las posibilidades que baraja el banco de negocios para completar la refundación de Sos Corporación.
El plan propuesto por la compañía a sus acreedores pasa por reducir la deuda entre 600 y 650 millones de euros en dos meses. Para ello, además de la ampliación de capital o similares, Sos Corporación se ha comprometido a desinvertir en todas aquellas áreas de negocio que no sean los aceites vegetales con marcas globales y que operen en mercados con potencial contrastado de crecimiento.
Entre otros activos, la compañía está en proceso de vender su división de arroz, que representa el 21% de la facturación del grupo, y el 'Proyecto Tierra', por el que negocia con los portugueses Sovena y el fondo español Atitlan. En lo que respecta a los activos inmobiliarios, estudia fórmulas para canalizar su parque inmobiliario, principalmente fabril y venta directa de los activos no afectos a la explotación.