Despuíés de la ruptura alcista de la semana pasada, Nueva York se tomó ayer un merecido respiro. Eso sí, los índices no corrigieron -como era perfectamente posible tras la subida acumulada-, lo cual es una señal de fuerza. El Dow Jones cedió el 0,13%, el S&P 500 repitió y el Nasdaq, que sigue siendo el más fuerte, incluso fue capaz de anotarse un 0,25%. Recuerden que el tecnológico superó la semana pasada sus máximos anuales, y ayer marcó su nivel más alto en año y medio.
Este impasse se produjo, además, en un día sin referencias económicas, situación que se repetirá hoy. Por tanto, no sería extraño asistir hoy a una nueva consolidación, e incluso a ciertas caídas tanto en Europa como en EEUU.
Lo importante es quíé pasará despuíés, cuando se inicie el asalto a los máximos de los índices tradicionales. La tendencia está a favor de los alcistas, pero estos niveles han parado al mercado durante casi dos meses, así que su superación no va a ser nada fácil. Y si el intento fracasa, dará paso a una corrección importante que tiene pendiente el mercado desde que comenzó la tendencia alcista hace hoy exactamente un año.
En el campo empresarial, AIG se desprendió de otra unidad, la de seguros de vida en EEUU: Alico. Se la vendió a MetLife por 15.500 millones, lo que le permitirá seguir devolviendo las ingentes cantidades de dinero público recibidas. McDonald's anunció unas ventas mensuales buenas gracias a la fortaleza fuera de EEUU.
En otros mercados, el dólar mantuvo la escalada frente al euro, pese a lo cual el petróleo volvió a subir hasta 81,87 dólares. El crudo empieza a alcanzar unos niveles preocupantes para la continuidad de la recuperación, según muchos analistas. El oro sí cedió terreno, hasta 1.124,6 dólares. Los bonos cayeron en precio, con lo que su rentabilidad subió hasta el 3,71%.