Anoche se repitió la historia de los dos días anteriores en Wall Street: consolidación -con sesgo alcista- de los índices tradicionales y nueva subida del Nasdaq, que marcó un nuevo máximo anual. El Dow Jones subió un mínimo 0,03%, el S%P 500 logró un avance del 0,45% y la subida del tecnológico llegó al 0,78%.
Esta consolidación podría prolongarse un poco más todavía, pero despuíés llegará el asalto definitivo a los máximos anuales, donde se decidirá el futuro del mercado: continuidad de la tendencia alcista o corrección en condiciones. De momento, todo apunta a la primera posibilidad, tanto por la ruptura alcista del Nasdaq como porque no hay rastro de presión bajista.
Aparte de la tecnología, el otro gran protagonista de la jornada de ayer fue la banca, gracias al optimismo de algunos ejecutivos y a una colocación de preferentes de 2.000 millones de dólares de Citigroup, que subió el 3,6%. AIG, que ha vendido algunos de sus principales activos recientemente, se disparó el 10%.
En cuanto a la economía, los inventarios mayoristas cayeron el 0,2%, lo que supone una mejoría respecto al mes anterior y es una señal de recuperación del consumo. Por otro lado, el díéficit público alcanzó un ríécord de 220.900 millones, en línea con lo esperado.
El dólar detuvo su reciente escalada frente al euro, lo que permitió al petróleo recuperar hasta 82,09 dólares. El oro, en cambio, volvió a caer hasta 1.108,1. Los bonos cayeron en precio, con lo que su rentabilidad subió al 3,71%.
Hoy jueves conoceremos las demandas semanales de subsidios y el díéficit comercial en EEUU.