El negocio de la compraventa de empresas vivió un fuerte descenso global en 2009. El sector espera una moderada mejoría este ejercicio
Las cifras del mercado de fusiones y adquisiciones (M&A, en sus siglas en inglíés) registradas el año pasado no han podido ser más desastrosas. A pesar de una ligera mejoría en los últimos meses del ejercicio, esto no ha sido suficiente como para salvar un año claramente para olvidar. Y los números son muy significativos al respecto.
Así, este negocio cayó en todo el mundo un 28,2% frente al ejercicio anterior, hasta alcanzar los 2,1 billones de dólares (1,53 billones de euros). Buena parte de esta responsabilidad ha recaído en el continente europeo, que ha registrado una bajada del 45% en comparación con 2008, alcanzando una cifra global de 823.000 millones de dólares, según datos de Thomson Reuters facilitados por la consultora KPMG. Estados Unidos tampoco ha ido bien en 2009, con una reducción del 29% frente al año anterior, hasta los 867.000 millones de dólares. Asia, por su parte, aunque no ha dado buenos resultados, ha visto una bajada menor en la cuantía de las transacciones: un 18,2%, con 338.000 millones de dólares.
De esta tónica no se ha alejado el mercado español. El año pasado nuestro país cerró con un negocio en este área de 99.930 millones de dólares, lo que significó un descenso del 31,2% con respecto a 2008. Y todo ello a pesar de dos operaciones dentro del sector energíético que se han colocado entre las más importantes europeas, algo que no es habitual. Los 13.469,98 millones de dólares pagados por Enel para hacerse con Endesa -significando la transacción más importante española y la quinta europea- y los 10.283,5 millones abonados por Gas Natural para controlar Unión Fenosa -la novena más importante en Europa, aunque hizo otra operación para comprar lo que le faltaba de la elíéctrica por 8.110,2 millones y que no viene contabilizada con la anterior por Thomson Reuters al concretarse en otra fecha- han servido para dinamizar tanto el mercado europeo como el español.
"En los últimos años en España se han configurado grandes grupos empresariales que no existían anteriormente. Estos grupos se han convertido en líderes en determinadas industrias, con lo que al ser objeto de una operación de fusión o adquisición el volumen de su transacción da el salto dentro del contexto europeo", afirma Jorge Riopíérez, socio responsable de corporate finance de KPMG España.
Varias han sido las notas que han caracterizado el mercado de M&A: por un lado, en el mundo, un menor número de operaciones (un 6,6% menos en 2009), un papel importante de los Gobiernos al liderar transacciones, en concreto, comprando activos bancarios, lo que ha supuesto un incremento del 17% frente a 2008 y, por este motivo, fundamentalmente en el continente europeo, se ha producido un absoluto protagonismo del sector financiero, que ha acaparado el 27,9% de las operaciones completadas, con 229.400 millones de dólares el año pasado.
Las mayores operaciones en el mundo y en Europa han sido la compra de dos farmacíéuticas. La más importante a escala global ha sido la adquisición de Wyeth por parte de Pfizer por casi 67.300 millones de dólares, mientras que la europea más significativa ha sido la de Genentech por Roche, con un valor de 46.700 millones.
"2009 ha sido un año nefasto, porque además de registrar un menor volumen total, se ha reducido significativamente el tamaño medio de cada operación y han perdido protagonismo las compraventas de empresas cotizadas", señala Riopíérez. Una de las causas de esta menor actividad durante 2009 ha sido el cierre del mercado de deuda. "No ha habido dinero para compras. En concreto, el mercado desapareció en un momento dado del año pasado", afirma. A su juicio, ha existido críédito para operaciones de circulante, pero no para otras de carácter corporativo.
Las perspectivas para este año son ligeramente mejores. Riopíérez habla de una "moderada" recuperación en el mundo y en España. "La actividad por parte de los asesores ha crecido en los últimos meses de una manera significativa, sobre todo desde septiembre". Eso sí, con unas ciertas peculiaridades en el mercado: las transacciones son ahora más complicadas de cerrar y el periodo de maduración de las mismas aumentará. "Existe una mayor prudencia", recalca.
Recuperación
La sensación que domina actualmente en el sector es de una recuperación, "pero siendo conscientes de que se construye sobre un suelo todavía frágil". Esta característica tambiíén es evidente en el mercado español, pero el socio de KPMG avisa de que aunque funciona al mismo nivel que el europeo, existe una menor confianza para invertir aquí que en el resto de Occidente. Desde su punto de vista, una mayor actividad de los mercados internacionales y de la mejoría económica de determinados países ayudará a España.
Esta mentalidad de recuperación es más individual que generalizada y se traducirá en unos precios "moderados" de las operaciones y en una capacidad de financiación "limitada". "No habrá alegrías, pero sí hay brotes verdes", dice. Asimismo, advierte que los plazos de negociación de las transacciones se van a volver a alargar como antes de 2007.
En cuanto a los sectores, Riopíérez habla de que este año el financiero será tan importante como el ejercicio pasado y, tambiíén, el de la automoción. "Esta última industria está muy afectada y va a estar obligada a hacer algo, aunque no síé si habrá una visibilidad clara como para que acudan los inversores".
Por otro lado, KPMG se ha convertido en el líder de los asesores por número de operaciones en España y en el mundo. "Hemos cerrado con unos niveles parecidos a los de 2008", apunta Jorge Riopíérez.
El capital riesgo se hunde en el M&A
l En los últimos años, coincidiendo con la explosión del sector en España y en Europa, el capital riesgo ha sido uno de los motores de las importantes cifras obtenidas por el mercado de las fusiones y adquisiciones, justo hasta 2009. El ejercicio pasado la debacle del capital riesgo en este mercado, desde el punto de vista mundial, ha sido total. Nada menos que un 43,5% ha disminuido su actividad en el negocio. En concreto, invirtió 133.800 millones de dólares.
l La razón de este descenso hay que encontrarla en el cierre del mercado de deuda. Generalmente, la firmas utilizan en la compra de empresas un 20% de efectivo y un 80% de deuda. "Pero eso era en el boom de la industria. Ahora, con la nueva coyuntura financiera en cuanto a las dificultades del acceso a críédito, las sociedades se han visto obligadas a cuidar su cartera de participadas, por lo que no han podido invertir dinero", dice Riopíérez.