Por... DARLENE SUPERVILLE
El presidente Barack Obama trató el jueves de dar más detalles sobre su objetivo de duplicar las exportaciones de EEUU en los próximos cinco años, calificando el esfuerzo de imperativo para poner a la gente a trabajar de nuevo. Pero quedan dudas sobre cuántos empleos pudiera crear su agenda, y cómo conseguirlo.
En un discurso en la conferencia del Export-Import-Bank, Obama esbozó algunos elementos de su iniciativa comercial. Entre ellos crear un minigabinete concentrado en las exportacione, buscar más financiamiento para los esfuerzos comerciales, fortalecer la ejecución de los acuerdos comerciales existentes y presionar para completar los paralizados.
``No debemos suponer que nuestra hegemonía está garantizada'', dijo Obama. ``Cuando otros mercados están creciendo y otras naciones están compitiendo, tenemos que ser todavía mejores. Tenemos que asegurarle a nuestras compañías que no tengan una competencia desleal. Tenemos que garantizarle un trato justo a los trabajadores americanos. En otras palabras, tenemos que mejorar nuestro juego''.
El Departamento de Comercio dijo el jueves que el díéficit comercial de EEUU había disminuido a $37,300 millones en enero, un descenso de 6.6 por ciento de un díéficit revisado en diciembre de $39,900 millones. Esto resultó inesperado y se le atribuye a un gran descenso en las importaciones de petróleo y carros extranjeros. Los economistas habían anticipado que el díéficit aumentaría a los $41,000 millones.
Las exportaciones de EE. UU. bajaron 0.3 por ciento, reflejando ventas más díébiles en una amplia variedad de productos desde aviones civiles y maquinaria hasta productos agrícolas. Pero las importaciones bajaron en un mayor 1.7 por ciento.
Si el díéficit comercial se mantiene al nivel de enero durante todo un año, el país tendría un díéficit de $447,500 millones en 2010, un aumento en relación con el díéficit de $378,600 millones del 2009, el menor en ocho años. Un descenso en los precios globales del petróleo y una profunda recesión disminuyeron la demanda de importaciones.
El esfuerzo comercial de Obama está directamente vnculado con la principal preocupación de los norteamericanos, la píérdida de empleos que salen para el exterior