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Autor Tema: El negocio del vino se agria por una caí­da de la demanda y los excedentes  (Leído 482 veces)

anna

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El negocio del vino se agria por una caí­da de la demanda y los excedentes

por E. T. / L. R. G.

El vino está de resaca. Al menos esa es la idea que se desprende de los datos aportados por los Consejos Reguladores de las Denominaciones de Origen (D.O.): ha caí­do la demanda, sobre todo en la hostelerí­a, y las cooperativas tienen que malvender el vino para lograr la liquidez que necesitan para no cerrar. De hecho, la temporada pasada este descenso en el consumo dejó un excedente del 30% de las existencias que no pudieron venderse.

Por esta razón, las cooperativas que producen vino en España, agrupadas en 600 bodegas y 233.000 familias, vienen reclamando al Ministerio que íéstos y otros excedentes puedan tranformarse en bioetanol.

Del mismo modo, los agricultores pertenecientes a las asociaciones agrarias más numerosas tambiíén han insistido a la ministra Elena Espinosa que les permita destilar como alcohol, para uso industrial o como carburante, los más de 2 millones de hectolitros de excedentes.

Bajada de precios
Un ejemplo de las consecuencias que ha tenido este exceso de oferta puede ser el de los vinos de Rueda cuyos ingresos han descendido, aunque el número de litros vendidos creció un 5% durante 2009, como señala Ramón Bocos, secretario general de este Consejo Regulador.

Y es que el ajuste que se ha registrado en el mercado de la uva ha sido notable. Por ejemplo, los precios de Castilla y León se vendí­an a un euro por kilo hace dos años, mientras que el año pasado se comercializaban a entre 40 y 60 cíéntimos de euro; es decir, que en dos años, el precio ha bajado un 50% de promedio.

En Rueda sólo funcionan dos cooperativas. Y tanto íéstas como el resto de las bodegas -hay más de una treintena-, han sufrido los rigores del bache económico. Para Bocos, "antes se pagaba a los viticultores en uno o dos meses, pero ahora a la mayor parte de ellos, por la falta de financiación, han tenido que aplazarles los pagos en dos o tres cuotas a lo largo del año", con los consecuentes problemas de liquidez, explica.

Pero no sólo la falta de liquidez ha sido causa de una caí­da del precio de las uvas, sino que las propias cooperativas se han visto obligadas a vender su vino más barato para paliar la falta de críédito bancario.

Y en ese complicado entramado, al que no escapa ninguna de estas pymes, está el cambio en las necesidades de los consumidores.

Cambio de consumo
Según los datos del Observatorio Español del Mercado del vino (OEMV), en 2009 el consumo de vino ha vuelto a descender en los hogares un 6,5%, y en hostelerí­a un 11%. Ramón Bocos explica que "el consumo del vino está disminuyendo, y el consumidor tambiíén está cambiando sus hábitos, porque ahora la gente joven tarda más en incorporarse al mercado del vino, les cuesta introducirse".

Las dificultades económicas se traducen en que los consumidores salen al mercado pensando de otra forma. Buscan vinos de calidad y certificados, pero más baratos, señala Vicente Píérez, presidente de la D.O. Utiel-Requena.

¿La solución?
"Percibimos que hay un cambio en las tendencias a la hora de elegir un vino, hacia aquellos más bien jóvenes. Se busca que sean buenos, pero dentro de una gama más económica", dice Píérez. En Utiel-Requena creen que debe mantenerse o incrementarse la calidad pensando en vinos que pasen menos tiempo en barrica, pero que puedan salir al mercado con precios más competitivos. En realidad, los vinos que tienen más calidad han crecido un 3%, frente a la caí­da del 1% de los que no disponen de este sello.

Por eso la mayorí­a de las bodegas cooperativas han tenido que adaptarse para subsistir y parece que lo van consiguiendo.

A pesar de todas estas malas noticias, la mayorí­a de las bodegas consultadas ha podido superar, hasta la fecha, el momento económico.

Sin cierres, por ahora
Vicente Píérez asegura que en Utiel-Requena no conocen inguna bodega que haya cerrado por dificultades económicas, pero reconoce que "a todos nos ha afectado la situación, ya que los beneficios se han reducido".

Situación similar es la que han vivido en Rí­as Bajas, donde priman las pymes, y que hasta ahora "está capeando perfectamente la situación pues no se ha cerrado ninguna empresa (son 191 bodegas elaboradoras y embotelladoras) y la apuesta por la calidad del producto y el buen trabajo realizado está siendo un salvavidas en esta adversidad", según un portavoz del Consejo Regulador.

Pero, por si íésto no fuera suficiente, han surgido nuevas sombras en el horizonte. Ramón Huidobro, secretario general de Rí­as Baixas, señala que "estamos asistiendo a un incremento del sistema de venta mediante distribuidoras, lo que nos deja un problema por la atomizacion de las empresas, y ha obligado a duplicar el esfuerzo de las bodegas, multiplicarnos en los mercados".

Sin embargo, si buscamos un termómetro de la realidad, ese puede ser el que nos otorga La Rioja , ya que ella sola vende el 40% de los vinos de calidad de España. En 2009 vendió un 6,3% menos que en 2008 -236 millones de litros- un nivel que no se registraba desde el año 2003, cuando La Rioja cerró en 236,3 millones de litros de vinos vendidos.

Afortunadamente, parece que el cambio de tendencia se está produciendo ya en 2010 ya que, según los datos del Consejo Regulador de Rioja, las ventas de vino en enero registraron un incremento del 4%.