Las demostraciones de fuerza de Wall Street durante la consolidación de los últimos días se confirmaron ayer con el inicio del ataque alcista definitivo a los máximos del año. Un ataque que se saldó con un primer íéxito: el S&P 500 batió su ríécord anual al cierre con un avance del 0,78%. El Nasdaq sumó el 0,67% y el Dow Jones volvió a ser el más retrasado, con un 0,41%.
La subida de anoche tuvo como detonante el anuncio de que la Fed -que terminó su reunión el primer día, algo muy excepcional- mantendrá los tipos en cero durante un período prolongado (aunque nadie esperaba otra cosa) y que S&P no rebajó el rating de Grecia.
Aparte, la construcción de viviendas cayó el 5,9%, algo mejor de lo esperado, al igual que los permisos de construcción. Los precios de importación cayeron el 0,3%. En el campo empresarial, Intel se disparó el 4% tras anunciar una nueva línea de procesadores con un rendimiento un 60% superior a la generación anterior. Tambiíén subió con fuerza General Electric tras elevar sus previsiones de beneficio y dividendo.
El dólar frenó su racha alcista frente al euro, y el petróleo lo aprovechó para reconquistar los 80 dólares: cerró en 81,7. El oro subió hasta 1.122,5. Los bonos cayeron en precio y su rentabilidad subió al 3,65%.
Hoy miíércoles será el día del índice de precios industriales, para el que la previsión es una caída del 0,3%.