The Economist: "Europa del Este, una lección para España"
El semanario británico cierra la semana sugiriendo a países como España voltear hacia Europa del Este. Una región que ha sabido sortear la crisis, a pesar de los malos augurios, gracias a la imposición de medidas de ajuste estructural que van desde la flexibilización del mercado laboral hasta importantes ajustes fiscales.
Durante los momentos más duros de la crisis financiera, existió un temor latente de que las economías de Europa del Este se colapsarían y causarían un gran desequilibrio en sus vecinos europeos. Y es que muchos bancos occidentales se dedicaron a otorgar críéditos absurdos y en moneda extranjera, a empresas y hogares de la región, afectados por la recesión, sin medir las consecuencias.
Tambiíén surgió la preocupación de que se desataría una crisis de divisas, cuyo epicentro se encontraría en Letonia, país que planteó la posible devaluación de su moneda (lat) atada al euro por un tipo de cambio fijo. En este contexto, “la caída de los nuevos miembros de la Unión Europea hubiera significado una gran amenaza para todo el bloque europeoâ€, asegura el semanario británico.
Por fortuna, las cosas no llegaron a tales tíérminos y Europa puede ahora respirar tranquila, sabiendo que las economías ex comunistas han sorteado la crisis de forma un tanto exitosa. Es más, a pesar de los problemas que aún aquejan a esta región (el autoritarismo, la falta de infraestructura, una fuerza laboral envejecida), el caso de Europa del Este puede servir de lección para otros países en problemas, entre ellos España.
El Este ha salido casi ileso de la recesión gracias a que es un bloque heterogíéneo, en donde cada país ha experimentado la crisis de forma distinta. The Economist nos proporciona un par de ejemplos.
Por un lado, tenemos a Hungría, uno de los países con el más alto índice de endeudamiento en Europa, cuya economía se sostiene con pinzas. Mientras que Eslovenia y Eslovaquia se han salvado de la especulación monetaria gracias a que pertenecen al euro. Y quíé hay de Polonia único país de la UE que creció durante el 2009.
A esto hay que sumar el papel clave que han jugado los organismos internacionales. Es el caso del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo que ayudó a estabilizar a los bancos de esta región. Además, según la revista: “Tanto la Comisión Europea como el Banco Central Europeo aceptaron que los problemas más allá de la zona euro podrían causar dolores de cabeza dentro de la mismaâ€. De ahí que no cruzaron los brazos.
Al parecer hasta el FMI cambió su postura ante los países ex comunistas y flexibilizó sus políticas para otorgar críéditos baratos que beneficiaran tanto a los acreedores como a los países por igual. Una ayuda que ha sido rechazada ‘tontamente’ por varios líderes europeos y que podría servir como la fuente de recursos para rescatar a Grecia y a otros miembros problemáticos dentro de la zona euro.
The Economist reconoce que la recuperación de Europa del Este se debe tambiíén al esfuerzo conjunto de los gobiernos y los ciudadanos. Es así, que la región ha demostrado su gran capacidad para llevar a cabo medidas si bien impopulares un tanto necesarias como: la modificación del mercado laboral y la edad de retiro, el recorte en el gasto público y un aumento en los impuestos.
Hungría y Letonia han experimentado enormes ajustes fiscales. “Ajustes estructurales que en España ni siquiera se han consideradoâ€, dice el semanario y llega a la conclusión de que no sólo España debería voltear al Este en busca de una lección, tambiíén otros países problemáticos del Mediterráneo, entre ellos Grecia y Portugal.