Por… Ricardo Mejía Cano
Un paradigma de nuestra cultura era que las grandes multinacionales de los países desarrollados eran imbatibles y era impensable que empresas de países en desarrollo las desplazaran. El paradigma se está derrumbando. Compañías norteamericanas como IBM y Accenture están siendo “arrinconadas†por las hindúes Infosys y Wipro. Tata Motors vendiendo carros de 5.000 dólares, podría en un futuro convertirse en el referente de la industria, en lugar de las grandes de Detroit y Japón.
Un movimiento liderado por C. K. Prahalad, fundamentalmente en la India, ha señalado a las grandes empresas de ese país las oportunidades de explorar “La Fortuna en la Base de la Pirámideâ€. Contrariando la creencia tradicional de que lo único rentable es trabajar para los ricos, quienes tienen poder adquisitivo, la nueva oportunidad es trabajar para los pobres, ya que los primeros lo tienen todo y para venderles es necesario crearles nuevas necesidades, mientras los segundos no tienen nada y lo necesitan todo. Según Prahalad el crecimiento de muchas de las grandes compañías en la India se ha dado gracias a que están aprovechando las oportunidades en la base de la pirámide.
Los Informes de Responsabilidad Social perderán importancia, lo trascendente será crear y monitorear nuevos índices de gestión: ¿Cuántos productos y/o servicios se lanzaron en el último año para atender necesidades de los marginados? ¿Quíé porcentaje de la facturación total corresponde a las ventas a la población por debajo de la línea de pobreza? ¿Quíé porcentaje de las compras de productos semielaborados, de servicios de maquila, de distribución y venta proviene de los sectores más deprimidos de la población? Se trata de convertir a la población marginada en productores y consumidores.
Hay una oportunidad única de acabar con el problema de demanda y simultáneamente eliminar la inequidad y alcanzar la paz: integrando económicamente a la población marginada.
Suerte en sus inversiones…