Mejores regulaciones y una caída en los costos de equipamiento están impulsando la demanda de inversiones del sector privado en energía renovable en Amíérica Latina y el Caribe, en particular en proyectos de energía eólica, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En los próximos tres años, el BID espera que la mayor parte de su financiación de energía para el sector privado se destine a proyectos que utilizan fuentes renovables como la eólica, geotíérmica, biomasa, solar e hidroelíéctrica, dijo Hans Schulz, gerente general del Departamento de Financiamiento Estructurado y Corporativo del BID. La unidad espera que hasta el 80 por ciento de sus futuros príéstamos en energía financien proyectos que utilizan fuentes renovables de energía, en comparación con el 30 por ciento de hoy.
“Varios países de la región desean diversificar sus fuentes de energía y han cambiado su marco normativo para atraer más inversiones en energía limpiaâ€, dijo Schulz. “La inversión en la región está en aumento.â€
Se espera que la demanda de energía en Amíérica Latina y el Caribe aumente un 50 por ciento hasta 2030, lo que requiere inversiones estimadas de alrededor de US$1,5 billones. Sólo en la próxima díécada, la región requerirá un incremento del 26 por ciento de su capacidad instalada de generación de energía, según la Agencia Internacional de Energía.
La demanda de financiamiento multilateral es cada vez mayor, ya que instituciones como el BID pueden ofrecer príéstamos con vencimientos de hasta 15 años, mientras que un banco comercial típico, ofrece príéstamos con vencimientos no superiores a los cinco años, dijo Schulz.
“Sin financiamiento de largo plazo, estos proyectos de energías renovables no pueden convertirse en una realidadâ€, dijo Schulz. “En consecuencia, el apoyo multilateral ha sido esencial para que muchos proyectos de energía verde se conviertan en una realidadâ€.
Según Schulz, además de proporcionar príéstamos a largo plazo y garantías, el BID tambiíén ayuda a movilizar recursos de otros prestamistas, a travíés de príéstamos sindicados y otras transacciones financieras que permiten lograr acuerdos flexibles de riesgo compartido, así como el aprovechamiento de los Fondos de Inversión Climática (CIF, según sus siglas en inglíés). El BID tambiíén provee asistencia tíécnica para las empresas que quieren acceder al mercado de críéditos de carbono.
La energía eólica se ha convertido en una importante fuente de demanda de príéstamos del BID ya que los nuevos materiales y diseños de turbinas han reducido el coste por vatio, haciendo de íésta una alternativa atractiva tanto para los gobiernos como para las empresas en varios países de Amíérica Latina y el Caribe.
En diciembre, el Banco aprobó $102 millones en financiamiento para dos proyectos de energía eólica por un total de 318 MW en el estado de Oaxaca, Míéxico. El proyecto ayudará a establecer una masa crítica de energía renovable en el país, además de proporcionar energía limpia a las empresas privadas, así como generar puestos de trabajo y pagos a las comunidades rurales de bajos ingresos.
El año pasado, el BID aprobó la suma de $1,2 mil millones en financiamientos destinados a proyectos del sector privado, una tercera parte del cual se utilizó para financiar proyectos de energía renovable y eficiencia energíética en la región.
El BID tambiíén financia proyectos de energía limpia y eficiencia energíética a travíés de príéstamos y donaciones a los gobiernos de sus 26 países miembros prestatarios. En 2009, el Banco más que duplicó la financiación para mejorar el medio ambiente, enfrentar el cambio climático y propiciar las energías renovables. El BID aprobó 33 nuevos príéstamos para proyectos verdes en los sectores público y privado por un total de más de US$3,500 millones. De estos príéstamos, 15 de ellos (sumando en conjunto la cantidad de US$2,100 millones de dólares) fueron destinados al cambio climático y las energías renovables.
El Banco complementa esta actividad financiera destinando más de US$61,6 millones a la cooperación tíécnica, realizando grandes inversiones en eficiencia energíética, energías renovables, biodiversidad y gestión del riesgo de desastres