El regulador británico del sector financiero (FSA, según sus siglas en inglíés) ha desplegado toda su artillería para desmontar una red de ejecutivos de la City londinense que supuestamente utilizaba información privilegiada para invertir en los mercados.
“Se trata de la mayor operación de la historia de la FSA contra la información privilegiadaâ€, afirma este organismo.
Operación histórica
La operación, en la que han participado 143 empleados de la FSA y la Policía contra el crimen organizado, desencadenó ayer la detención de seis personas, el registro de diecisíéis oficinas y domicilios, y la incautación de documentación y ordenadores.
La FSA no detalló los nombres de los arrestados ni las firmas en las que trabajan. Sólo aclaró que dos de ellos son “profesionales de alto nivel en instituciones líderes de la Cityâ€, mientras que otro es un “profesional de un hedge fund [fondo de inversión alternativa]â€.
Según la prensa británica, las entidades a las que se refiere la FSA son Deutsche Bank y BNP Paribas, mientras que el hedge fund afectado por la investigación es Moore Capital. El hedge fund, fundado en 1989 por Louis Bacon, maneja fondos por unos 15.000 millones de dólares.
La Policía contra el crimen y la FSA, además de detener a sus empleados, registraron ayer las oficinas de las tres firmas en Londres. El regulador británico dijo que las seis personas han sido arrestadas por ser “sospechosas de estar implicadas en una sofisticada red de información privilegiada desde hace tiempoâ€.
Según los resultados de una investigación que comenzó en 2007, “estos profesionales de la City pasaban información privilegiada a traders, que operaban basándose en esa información, para obtener beneficios significativosâ€.
Cruzada
La FSA da así un nuevo paso en su cruzada contra la utilización de información privilegiada en los mercados. Desde 2008, el regulador ha conducido cinco operaciones que han provocado la detención de trabajadores de la City londinense. Hasta el momento, los casos presentados por el regulador ante los jueces han culminado con sentencias de prisión para cinco personas.
En la última de ellas, dictada el 11 de marzo, el trader Malcolm Calvert (que trabajaba para Cazenove), fue condenado a 21 meses en la cárcel por utilizar información privilegiada para ganar 103.000 libras. En otro caso, un joven que llegó a una firma de inversión avisó con antelación de tres operaciones de adquisición de cotizadas a su padre, quien logró 110.000 libras de beneficio. En los próximos meses habrá juicios por otras tres operaciones desarrolladas por la FSA.
De ‘blandito’ al más duro de la City
La crisis financiera provocó un aluvión de críticas contra la FSA. El regulador no se enteró hasta el colapso de Northern Rock de los riesgos que habían asumido los bancos británicos que están bajo su supervisión. Tras despertar de su letargo, la FSA quiere meter “miedo†al sector financiero, atacando la información privilegiada y endureciendo la regulación. Pero puede que sea tarde. El Partido Conservador, si gana las próximas elecciones, cederá las funciones de supervisión bancaria al Banco de Inglaterra.