Despuíés del fuerte rally vivido hasta el martes, con nueve subidas en 10 sesiones y ruptura de máximos anuales, Wall Street se tomó un merecido descanso ayer. Pero la corrección fue mínima comparada con lo que podría haber sido, habida cuenta de la nueva crisis de la deuda centrada en Portugal y el desplome del euro.
El Dow Jones sólo cedió el 0,48%, el S&P 500 se dejó el 0,55% y el Nasdaq, el 0,68%. Lo cual es una nueva señal -la eníésima- de fortaleza de este mercado. La tendencia sigue siendo clara y, salvo accidente, las subidas se retomarán con o sin mayor corrección previa.
Aparte de la rebaja de rating de Portugal, tambiíén hubo malas noticias en EEUU: las ventas de viviendas nuevas cayeron un 2,2% cuando se esperaba una subida, lo que pone en cuarentena las buenas vibraciones dejadas el martes por el dato de viviendas de segunda mano. Los pedidos de bienes duraderos mejoraron el 0,5%, en línea con las expectativas.
En el campo empresarial, Bank of America anunció sus planes para refinanciar a sus clientes que no pueden hacer frente a sus pagos mensuales, con lo que el valor subió el 2,6%.
Pero toda la atención estuvo en el euro, que fue la gran víctima de la crisis portuguesa. La moneda única perdió los 1,34 dólares y cayó a un mínimo de 10 meses en 1,3324. El petróleo respondió con una caída de 1,30 dólares hasta 80,61, y el oro cedió hasta 1.088,8. Tambiíén fue importante el desplome del precio de los bonos, cuya rentabilidad se disparó hasta el 3,83% tras una difícil colocación de 42.000 millones en bonos a 5 años en EEUU.
Hoy jueves tendremos las demandas semanales de subsidios y las cuentas de Best Buy y Oracle.