Esta vez sí hay razones tíécnicas y fundamentales para pensar que la crisis puede estar tocando fin.
Ainhoa Gimíénez (Bolságora)
Desde que comenzó la crisis en agosto hemos vivido demasiados intentos alcistas fallidos como para emocionarnos demasiado por una subida como la de ayer, por muy fuerte que íésta sea. Sin embargo, hay razones para pensar que esta vez puede ser la buena. Y razones muy poderosas, que vienen tanto del lado tíécnico como del fundamental, que no se daban en anteriores rebotes del mercado.
Parece casi seguro que hemos hecho un suelo de corto plazo (lo cual no descarta alguna prueba adicional de esos niveles). Pero lo más importante es que podemos estar en presencia de un suelo de medio plazo, del mínimo de la tendencia bajista. Es imposible saberlo a priori, pero la posibilidad existe y tiene bastantes probabilidades de hacerse realidad.
Por el lado tíécnico, tenemos que el rebote se ha iniciado en zona de soporte crítica, sobre todo en EEUU: los mínimos de 2008, que aguantaron admirablemente el lunes (a posteriori, seguramente una sesión con mucha más relevancia que la de ayer).
Cuando se suma en desesperación
Pero no sólo eso: el sentimiento de mercado había llegado a hundirse a niveles de capitulación, es decir, cuando hasta los más alcistas tiran la toalla y se sumen en la desesperación. El VIX, el índice de volatilidad que mide el 'miedo' del mercado, se disparó a los niveles más bajistas de los últimos cinco años, lo que sugiere un suelo de medio plazo.
Con todo, la gran diferencia en esta ocasión viene del análisis fundamental: la actuación de la Fed. Por un lado, ha abierto los repos (las inyecciones de liquidez con plazo de devolución) a las casas de valores en las mismas condiciones que los destinatarios habituales, los bancos; una medida absolutamente excepcional cuyo alcance no ha sido bien valorado en los medios españoles. Por otro lado, seguir bajando los tipos de forma muy agresiva -aunque ahora parece que bajar 0,75 puntos sea poco-.
Ni una quiebra bancaria más
Bernanke ha dejado claro con estas medidas que no va a permitir ninguna quiebra bancaria en EEUU. No sólo de los grandes de Wall Street, sino de cualquier banco o broker. Es un 'super put' que ni siquiera Alan Greenspan, que ahora parece el culpable de todos los males, se atrevió a proporcionar al mercado en la crisis de 1998. Es decir, los inversores pueden tener la tranquilidad de que la Fed no va a permitir un hundimiento del mercado. Con esa garantía, es difícil que el mercado siga bajando.
Ahora bien, eso tampoco significa que la bolsa vaya a subir hasta el infinito y más allá. Es posible que el mercado siga en un movimiento lateral o lateral-bajista durante meses tras la recuperación actual. Nadie puede saberlo, pero tenemos una ecuación rentabilidad/riesgo demasiado atractiva (mucho más que en los anteriores intentos alcistas) como para ignorarla.