El euro, que durante la crisis financiera global fue un escudo protector para los países europeos, está sufriendo la desconfianza que la crisis griega y las dudas sobre la posible evolución de otros países de la eurozona como Portugal o España han desatado en los inversores. La moneda única cayó ayer despuíés de que Fitch rebajese la calificación de la deuda de Portugal y ha marcado mínimo de diez meses frente al dólar.
Fitch dijo ayer que ha decidido rebajar el rating a largo plazo de Portugal a 'AA-' desde 'AA', con perspectiva negativa, una decisión que refleja la floja evolución presupuestaria del país en 2009, año en el que el díéficit público alcanzó el 9,3% del PIB.
El euro retrocedió ayer un 1,1% hasta 1,3345 dólares, su mínimo desde principios de mayo de 2009. La divisa europea continúa a la baja esta mañana en los mercados internacionales de divisas y se pagaba a primera hora a 1,3307 frente a la moneda estadounidense, aunque ha llegado a perder en algún momento el nivel del 1,33. Desde los máximos anuales del pasado 11 de enero, antes de que se conociese la magnitud de la crisis de deuda y díéficit de Grecia, el euro ha perdido un 8,31% y desde el 25 de noviembre del año pasado, cuando se pagaba a 1,5134, se ha depreciado más de un 12%. La moneda única tambiíén se ha devaluado frente al franco suizo y se cambia a 1,4261.
Frente al yen, el euro ha caído desde los 122,89 que valía ayer hasta 122,36 yenes que se pagaban esta mañana en los mercados asiáticos. Por su parte, la divisa japonesa se ha fortalecido hasta alcanzar máximos de diez semanas frente al dólar debido a que los inversores consideran que las empresas exportadoras japonesas pueden tomar ventaja de la actual situación del mercado de divisas para repatriar beneficios. Esta mañana se pagaban 92,04 yenes por cada dólar, ligeramente por encima del precio de anoche.