SOS continúa adelante en la intención de vender su división arrocera, aunque en las últimas semanas se ha visto obligado a endurecer las condiciones. Según ha podido saber este periódico, la banca acreedora ha exigido a los gestores de la multinacional alimentaria que camine con pies de plomo en el proceso de venta y que no acepte una oferta por debajo de los 200 millones de euros.
La necesidad de liquidez del grupo presidido por Píérez Claver, que cuenta con una deuda cercana a los 1.400 millones euros, les ha obligado a ir desprendiíéndose de algunos activos hasta ahora considerados estratíégicos, pese a que las condiciones a la baja del mercado no lo están poniendo nada fácil.
Por este motivo, fuentes financieras próximas al grupo han indicado que la venta del arroz no es "ni mucho menos necesaria" y que "si no llega una oferta convincente SOS cancelará el proceso".
Hasta el momento, la compañía habría recibido una docena de ofertas, entre las que destacan la de Ebro Puleva, (que tras la venta de su división láctea cuenta con liquidez suficiente), las italianas Riso Gallo y Scotti, el fondo Ibersuizas o la australiana Sunrice. Se espera que SOS ofrezca algún dato más para despuíés de Semana Santa.
A vueltas con el ERE
Mientras tanto, la multinacional continúa cerrando frentes. SOS estudia reconfigurar su expediente de regulación de empleo que pretende aplicar en todos sus centros de trabajo en España. En concreto, prevíé plantearlo por sectores de actividad y no de forma global, según indicaron a Europa Press fuentes cercanas a la negociación, que precisaron que el grupo agroalimentario tiene previsto retomar las negociaciones tras las vacaciones.
Asimismo, estas mismas fuentes precisaron que en la actualidad, las fábricas de aceite del grupo se encuentran trabajando a pleno rendimiento, mientras que en la planta de aceituna de Acyco el grupo tambiíén está negociando un acuerdo, por lo que no haría falta ningún expediente.
