La canciller alemana, Angela Merkel, resiste, a pocas horas del comienzo de una cumbre europea decisiva en Bruselas, la presión de sus principales socios europeos en favor de un mecanismo de ayuda a la endeudada Grecia. En los mercadosde divisas, la moneda única europea vuelve a caer por la incertidumbre en torno al destino de las finanzas públicas griegas y la noticia de la devaluación de la deuda portuguesa. Pese a los llamamientos de la Comisión Europea, del presidente de turno de la UE, Josíé Luis Rodríguez Zapatero, y del presidente francíés, Nicolas Sarkozy, la canciller alemana sigue sin dar su vito bueno a una reunión de los diecisíéis líderes de la zona euro para dar un respiro a Grecia.