EL TREN DE LA NUEVA ECONOMIA
Nadie se libra del deterioro si no se pone las pilas. En concreto, en tíérminos de posicionarse en la considerada “nueva economíaâ€, es preciso mantener la actualización. Algo que a los EUA empieza a fallarle con respecto a sus capacitaciones en la red y la telefonía. La falta de presupuesto aplicado en derivados tecnológicos empieza a afectar a su ya perdido liderato. Ahora son otros como Suecia o Singapur que se ponen a la cabeza. Si vamos al detalle descubrimos que hace mucho que los americanos no lideran este elemento de la modernización de la economía. Ha sido el Foro Económico Mundial quien a travíés de su informe “disponibilidad de redes†que difunde la Escuela de negocios Insead ha puesto a cada uno en su sitio.
Nadie está vacunado contra la competitiva búsqueda de la excelencia en una economía global, tecnificada y drogodependiente de la sociedad del conocimiento. Cabe poner en duda que los que dirigen ese país tengan verdadero interíés por lograr que el conocimiento y la inteligencia social se difunda con facilidad y libertad descontrolada por las redes, pero en todo caso lo que sabemos es que van perdiendo el tren del futuro mucho más rápido del que nadie se está dando cuenta.
En teoría, para no perder ese tren, Obama ha previsto gastar 16.000 millones de dólares en modernizar el sistema de Internet del país para que los estadounidenses se conecten a redes de banda ancha desde cualquier punto. AT&T ha dicho que los telíéfonos inteligentes están saturando la red. Ahora la culpa será de Steve Jobs. Otros países, los considerados emergentes, recortan espacio en estos factores de un modo extremadamente rápido. China acepta la inversión privada cuando le conviene y la India realiza subastas del especto inalámbrico a toda velocidad.
¿Corre peligro el modelo de capital tecnológica para redes que ahora posee EUA? ¿Seguirá siendo Silicon Valley la capital de la gestión del conocimiento para redes del mundo? No lo síé, pero lo que si síé es que los inversores buscan los territorios que les facilita empezar negocios. Tambiíén cabe aceptar que la modernización de las redes permite adaptar herramientas que ayuden a proveer mejores condiciones de vida.
Por cierto, España está en el 34, bajando del 24 que estuvo en 2005. Si queríéis mejor ancho de banda que la que ofrecen las operadoras españolas capitaneadas por la “punible†Telefónica podíéis ir a países como Bahrein, Estonia, Chipre o, incluso, Portugal.