Expectativas frustradas para la Bolsa más rezagada
por Cárpatos
En la revista Pronto aparecía una curiosa aníécdota que puede verse en esta cita: paseaba Moritz Moszkowski (compositor musical del siglo XIX) por Viena junto a un colega músico cuando tropezaron con la antigua casa de Schubert, en la que había una placa conmemorativa dedicada al genio. El hombre le preguntó a Moritz: "¿Crees que cuando yo muera tambiíén colocarán una placa en mi casa?".
-"Por supuesto", contestó.
-"¿Y quíé escribirán en ella?".
-"Sin duda: se alquila", dijo Moritz.
Claro, evidente, ¿quíé otra cosa va a poner? Lo que pasa es que a veces nos levantamos demasiadas expectativas frente a las cosas...
El Ibex se ha pasado la semana pensando quizá con demasiadas expectativas, que el famoso acuerdo de salvamento de Grecia le iba a dar más claridad, pero aunque algo ha subido, al final no ha sido para tanto.
El caso es que el gráfico de la semana, que es el spread entre el futuro del Ibex y el del Dax, revela que la tendencia bajista sigue siendo aplastante. Es decir, la Bolsa española lo sigue haciendo mucho peor que la alemana y que las otras europeas. Y el spread sigue sin tener ninguna pinta de ir a darse la vuelta.
Las otras Bolsas sí han subido una cantidad más apreciable durante la semana, pero llama ya la atención la fuerte sobrecompra que acumulan. Por ejemplo el S&P 500 tiene más del 90% de sus valores por encima de la media de 50, lo que no se veía desde septiembre del año pasado, y el S&P 500 acumulaba al cierre del jueves 30 días naturales sin corregir un simple 1 %, algo que no se veía desde que en marzo del año pasado se inició este rally.
Aunque la sobrecompra hace temer algún que otro susto, la tendencia alcista sigue clara. Las instituciones siguen compradoras, aunque con un saldo mucho menor al de semanas anteriores.
Es interesante destacar una curiosa pauta estacional de abril. El Ibex desde 1994, salvo en dos ocasiones, siempre ha dado un claro tirón al alza desde el cierre del trimestre que termina en marzo, proyectándolo unos pocos días hacia adelante. Una de las ocasiones en que esto no funcionó, en 2000, fue porque dio la casualidad de que en marzo se pinchaba la burbuja. La otra fue 2007, si bien en el peor momento, hasta el día 15, lo máximo que se perdió fue el 2,5% y además remontó pocos días despuíés.
La explicación al misterio nos la da Charles Biderman. Resulta que abril es históricamente el segundo mes del año, tras enero, en cuanto a entradas de dinero en fondos. Se debe a que el 15 de abril es el último día para poder hacer determinadas inversiones que pueden desgravarse, como planes de pensiones, con efecto del año anterior. De hecho, abril es el mejor mes para el Dow en los últimos 50 años con una subida media del 1,8%. En todo caso, es solo una estadística. De momento, tendencia alcista, pero mucha sobrecompra, excepto en el Ibex.