El desafío con el que comenzaba la semana, retomar la tendencia alcista tras la consolidación de la pasada, fue afrontado ayer por íéxito tanto por Europa como por EEUU. Es cierto que las ganancias fueron escasas, pero la capacidad de Wall Street para volver a subir sin necesitar apenas corrección tras batir los máximos anuales es una señal de fortaleza impresionante. Hoy por hoy, apostar por un escenario bajista no parece lo más aconsejable.
El Dow Jones se anotó el 0,42%, lo que le sirvió para marcar nuevo máximo de 18 meses, el Nasdaq el 0,39% y el S&P 500 fue esta vez el líder del movimiento con un 0,58%. Unas alzas que deberían afianzar en la sesión de hoy las que ayer vimos en Europa.
Detrás de estas alzas hay que citar una subida del gasto de consumo del 0,3%, en línea con lo esperado, y que sirve para afianzar la confianza en la recuperación de EEUU. Los ingresos personales, en cambio, se quedaron por debajo de lo esperado. Tambiíén ayudó la colocación de deuda realizada por Grecia, que fue absorbida por el mercado aunque tuvo que pagar un fuerte diferencial para ello.
Además, el Tesoro anunció la inminente venta del 27% que adquirió en Citigroup para salvarlo de la quiebra, y Ford vendió su unidad sueca Volvo a una compañía china por 1.800 millones. Ford compró esta compañía en 1999 por 6.400 millones.
El dólar cayó frente al euro, lo que reactivó las subidas de las materias primas. El petróleo avanzó hasta 82,31 dólares y el oro marcó 1.109,9. Los bonos cayeron de nuevo en precio, con lo que su rentabilidad volvió a acercarse al 3,9% alcanzado la semana pasada; cerró en el 3,86%.
Hoy martes tendremos la confianza del consumidor, para la que se espera una mejora desde 46 hasta 51 puntos.