La norma europea facilita la fuga de grandes patrimonios
Publicado en Expansión por Jorge Zuloaga
La nueva regulación europea de fondos (UCITS IV) abrirá una nueva puerta de salida de las sicav (sociedades de inversión) españolas con destino a otros países como Luxemburgo e Irlanda. La directiva comunitaria, que entrará en vigor en 2011, contempla que las gestoras puedan fusionar sociedades de inversión colectiva de diferentes países.
«Las fusiones transfronterizas de sicav fueron prohibidas por el Gobierno en la ley de sociedades mercantiles de 2009. Con la llegada de la directiva UCITS IV, íésta será una opción atractiva para las sicav», asegura Ricardo Plasencia, abogado del departamento de derecho bancario y financiero de Ashurst.
Con esta novedad, los grandes patrimonios tendrán una vía más ágil y barata para llevar su dinero a sociedades de otros países, sin necesidad de cumplir todos los trámites que impone la CNMV. Los expertos tasan estos gastos en unos 15.000 euros y el tiempo necesario en 3 ó 4 meses.
Tributación
Estos inversores podrán ahorrarse además el 1% del Impuesto de Sociedades con el que están gravadas anualmente las sicav y que Luxemburgo fija en un 0,01%.
Este impuesto ha sido objeto de políémica ya que algunos partidos trataron el año pasado de que el Gobierno lo elevara. Para los expertos, esta medida provocaría una fuga masiva de sicav.
El Impuesto de Sociedades es la gran diferencia a nivel fiscal, ya que el inversor español seguirá tributando las plusvalías conforme a la normativa local (un 21% si el importe es mayor a 6.000 euros) aunque lleve su sicav a otro país.
Una de las grandes ventajas de las sicav luxemburguesas frente a las españolas es que cuentan con menos límites de inversión. Pueden apostar por todo tipo de activos, incluidos capital riesgo, inmuebles o derivados, entre otros.
Estos instrumentos requieren de un capital mínimo de 1,25 millones, frente a los 2,4 millones que exige la normativa española, y pueden estar constituidos para un sólo inversor, al contrario de los cien que pide la CNMV. Otra de las ventajas que tienen las sicav luxemburguesas e irlandesas es que sus accionistas e inversiones no son visibles, al no ser información pública.
La desventaja de las sicav de Luxemburgo es que sus costes anuales son más elevados que los de las españolas, por lo que son sólo aptos para las mayores fortunas. «Esta opción sólo es atractiva para las sicav con más de 15 millones de patrimonio», explica Guillermo Santos, director general de PopularGestión Privada.
Desde que estalló la crisis, un gran número de fortunas españolas han retirado dinero de sus sicav e incluso las han liquidado. Las sicav y los unit linked (seguros vinculados a fondos de inversión) luxemburgueses e irlandeses han sido uno de los destinos favoritos de este dinero gracias a su confidencialidad, su flexibilidad; la agilidad administrativa; y la estabilidad fiscal.
Hasta ahora, un inversor español que desease llevar sus ahorros a otro país europeo debía liquidar primero sus posiciones en instrumentos de inversión nacionales. Este procedimiento requiere mucho tiempo y dinero en el caso de las sicav, porque deben hacer frente a gastos de escritura pública, publicación de anuncios y al impuesto de operaciones societarias.
Impedimento
El único impedimento que podría detener las fusiones de sicav españolas con las de otros países sería la oposición de la CNMV. «La fusión estará sujeta a la autorización del supervisor del país donde se encuentre el vehículo que se extingue con la unión, ya que se entiende que sus inversores necesitan más protección. La operación tendrá un plazo de autorización de 20 días desde la presentación del expediente», explica María Tomillo, gerente de derecho financiero de Deloitte.
Otras vías para cerrar la sociedad de inversión
Los grandes inversores llevan varios años buscando alternativas para cerrar su sicav sin necesidad de hacer frente a los costes de liquidación. «Lo mejor es vender las acciones a un tercero», explica Guillermo Santos, de Popular Banca Privada.
Además, las grandes fortunas cuentan con otras tres opciones: fusionar su sicav con un fondo, operación en la que se ha especializado la consultora Gomarq Consulting; convertir la sicav en sociedad anónima y llevarla a Luxemburgo; o transformarla tambiíén en sociedad anónima y fusionar con una similar de Luxemburgo.