Las claras demostraciones de fuerza de los dos días anteriores se confirmaron ayer en Wall Street con un contundente ataque alcista que parece retomar de una vez por todas la tendencia tras la consolidación. Y que debería insuflar a Europa las fuerzas necesarias para superar sus resistencias y dejar atrás las dudas de las últimas sesiones.
El Dow Jones se anotó la quinta subida consecutiva, del 0,94%, más de 100 puntos, para acabar en 11.123. El S&P 500 sumó el 1,12% y el Nasdaq volvió a ser el mejor gracias a Intel con un avance del 1,58% que le permitió superar los 2.500 puntos.
Detrás de esta escalada hay que señalar los buenos resultados empresariales y las positivas cifras económicas. En el primer caso, Intel destrozó las previsiones el martes tras el cierre y ayer se anotó el 3,3%. JP Morgan tambiíén dio unos beneficios mejores de lo esperado y se disparó el 4%.
Las ventas minoristas mejoraron el 1,6%, por encima de lo esperado, lo que supone una importante señal de que la recuperación económica está cogiendo velocidad. El IPC subió el 0,1%, en línea con lo esperado. Y el Libro Beige volvió a mostrar un moderado avance de la actividad. El presidente de la Fed, Ben Bernanke, dijo en el Congreso que la demanda privada será suficiente para permitir la continuidad de la recuperación en los próximos meses, aunque no para crear empleo.
El dólar cayó frente al euro, con lo que el petróleo rompió una racha de cinco sesiones a la baja y subió hasta 85,84 dólares. El oro tambiíén avanzó hasta 1.159,6. Los bonos cayeron tras su reciente escalada, con lo que su rentabilidad subió hasta el 3,83%.
Hoy jueves tambiíén será un día cargado, con las demandas de subsidios, el índice Empire State de actividad en Nueva York, el de la Fed de Filadelfia, la producción industrial y los flujos de capitales hacia EEUU. Asimismo, conoceremos las cuentas de Google y AMD.