Las cajas de ahorros están suponiendo una carga extra de trabajo para los inspectores encargados de su supervisión en el Banco de España, debido a la delicada situación de algunas de ellas y a su proceso de reestructuración.
Por este motivo, la Comisión Ejecutiva del supervisor decidió en su reunión del miíércoles aprobar una reorganización de la Dirección General de Supervisión, liderada por Jerónimo Martínez Tello, con el fin de prestar una atención mayor a estas entidades.
Esta dirección está organizada en tres grupos. El primero está dedicado a la supervisión de Santander y BBVA. El segundo, antes de la reorganización, estaba dedicado a las cajas y a las cooperativas de críédito. En el tercero se encuadra la banca mediana, los establecimientos financieros de críédito y la banca extranjera.
El cambio
Ahora, el organismo que preside Miguel íngel Fernández Ordóñez ha liberado a los inspectores de las cajas de seguir a las cooperativas de críédito. El objetivo es quitarles carga de trabajo, debido a que ha aumentado el número de asuntos a los que deben prestar atención con la reordenación del sector de cajas de ahorros. Fuentes oficiales del Banco de España señalan que se trata de “una reorganización interna dentro de la más absoluta normalidadâ€.
La carga extra de trabajo no se limita a las fusiones que están en marcha. Todas las entidades que soliciten ayudas al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) para sus integraciones deben presentar un plan de viabilidad que debe aprobar el Banco de España. Durante el período de devolución de las ayudas, de hasta siete años, los inspectores deben velar por que este plan se cumpla, lo que va a suponer un incremento de sus tareas en los próximos años.
Fuentes financieras consultadas descartan que este cambio se pueda entender como un preparativo previo a una intervención inminente de alguna caja de ahorros. De hecho, el supervisor ya tiene preparado desde hace meses el dispositivo para lanzar una intervención de una entidad con problemas de solvencia de forma urgente.
En diciembre, el Frob eligió mediante concurso a las divisiones de banca de inversión de HSBC, Citi, JPMorgan, Credit Suisse, Nomura y Lazard para asesorarles en caso de que haya una intervención disciplinaria en una caja.
La ayuda de estas entidades está prevista al margen de las actuaciones que se están llevando ahora en el proceso de reestructuración, que se basan en el reforzamiento de los recursos propios de las entidades.
La única caja intervenida hasta el momento es Caja Castilla-La Mancha (CCM), en marzo de 2009. En este caso, UBS, el banco de inversión que se encargó de organizar su venta, fue contratado a posteriori, una situación que el supervisor no quiere que se repita.
Son varios los retos de las cajas que van a dar más trabajo al Banco de España a corto plazo. Por un lado, el 30 de junio concluye el plazo dado por la Comisión Europea para solicitar ayudas al Frob, lo que marca una primera meta en el proceso de reconversión del sector de cajas. Por otro lado, el Gobierno aclaró el pasado viernes cuál es el ríégimen jurídico que se aplica a los Sistemas Institucionales de Protección (SIP) o fusiones frías, lo que aclara el camino a las cajas de ahorros que vayan optar por otro camino.
Asimismo, el gobernador ha solicitado a las entidades que se adapten a los cambios en liquidez y capital que ya se dibujan en la nueva Basilea III, lo que va a suponer más trabajo en su labor de supervisión.
Los motivos
El gobernador del Banco de España han querido quitar carga de trabajo a los inspectores de las cajas, asignando la supervisión de las cooperativas a otro equipo.
Las intervenciones
Las fuentes consultadas descartan que este movimiento se deba a que se prepara una intervención inminente de una nueva entidad en el mercado
Los retos
Además de la reordenación, las cajas tendrán que lidiar en los próximos años con los nuevos requisitos de capital y liquidez que va a imponer el acuerdo de Basilea III
