La guerra entre ACS y la dirección de Iberdrola vivió ayer un nuevo capítulo, en el que la constructora esgrimió su condición de propietario y de primer accionista de la elíéctrica para defender su derecho a estar representada en su consejo de administración.
“No hay nadie que entienda que el primer accionista de la compañía no estíé representado en su consejo de administraciónâ€, subrayó Florentino Píérez, presidente de ACS, que ayer celebró la junta anual de accionistas.
Este argumento es la base de la estrategia de la constructora que, pese a los repetidos portazos de la dirección de Iberdrola desde 2009, mantiene intacto el objetivo de hacer valer su 12% en la elíéctrica. ACS, acogiíéndose al derecho de representación proporcional, intentó entrar en el órgano de gestión de su participada el pasado 26 de marzo, pero fracasó tras ser considerado competidor de Iberdrola en el mercado elíéctrico.
“No somos competidoresâ€, argumentó ayer Florentino Píérez, que recurrió al ejemplo de Abertis para defenderse de las acusaciones de Iberdrola. En su opinión, ACS y Abertis tambiíén operan en el mismo mercado, la gestión de autopistas de peaje, lo que no les impide colaborar desde hace años y que la constructora estíé representada en el consejo de administración de su participada, donde es el mayor accionista junto a La Caixa.
“Vamos a impugnar el cese de nuestro consejero tan pronto como hayamos terminado el trabajo†encargado al socio de Clifford Chance Javier García de Enterría. Los responsables de ACS no descartan otro tipo de actuaciones judiciales por los daños y perjuicios derivados de las decisiones adoptadas por la junta y el consejo de administración de Iberdrola.
Objetivo
En paralelo a la vía judicial, Florentino Píérez volvió a insistir en el objetivo de alcanzar el 20% de la elíéctrica, condición para poder contabilizar la participación por puesta en equivalencia. “No tardaremos mucho en hacerloâ€, apostilló, aunque no quiso marcarse plazos, ya que, entre otras cosas, “dependerá de los precios de las acciones en el mercadoâ€.
Lo que sí garantizó es que esa operación se llevará a cabo con los medios al alcance del grupo constructor, “sin recurrir a ninguna empresa extranjeraâ€, en referencia a la posible alianza con una gran corporación elíéctrica europea como EDF.
Para demostrar el pulmón financiero de ACS, Florentino Píérez indicó que la deuda de 5.200 millones de euros asociada a sus inversiones en empresas estratíégicas (Iberdrola y Hochtief) está respaldada por el valor en el mercado de esas mismas empresas y de Abertis, cifrado en 8.186 millones de euros a finales de 2009. “No hay ningún vencimiento asociado a este endeudamiento en 2010â€, indicó ayer el grupo.
La empresa ganó 1.952 millones el año pasado, un 8% más, y facturó un 2,2% más, hasta 15.606 millones.
ACS mantiene varias desinversiones en la recámara para hacer caja que ayudarían a abordar la compra de otro 8% de Iberdrola. A precios de ayer, supondría un desembolso de unos 2.734 millones de euros. La más avanzada es la venta de los activos nacionales de Dragados SPL, la filial de servicios portuarios.
“La venta podría ultimarse próximamenteâ€, anunció íngel García Altozano, director general Corporativo de ACS. La compañía negocia desde hace meses con un fondo de infraestructuras de JP Morgan, que tiene dificultades para cerrar la financiación de la operación, valorada en unos 800 millones de euros.
Píérez confirmó el interíés de varios fondos y grupos de infraestructuras por convertirse en accionistas de Abertis. “ACS (25,8%) y La Caixa (29%) estamos estudiando la entrada de un tercer accionistaâ€, que podría concretarse mediante la cesión de una parte del capital de los fundadores, una ampliación de capital o un canje de activos.
Según ACS, las opciones están abiertas, sin descartar, incluso, recuperar viejos proyectos, como la colaboración con la italiana Atlantia, “con la que seguimos manteniendo conversacionesâ€.