La reapertura de la guerra del depósito por parte de las entidades financieras, consistente en aumentar la remuneración por el dinero de los ahorradores, amenaza con complicar el negocio a los fondos de inversión.
En opinión de Javier Núñez de Villavivencio, consejero delegado de BNP Paribas Invesment Partners, "el mercado español de fondos puede que no crezca en 2010 porque el ahorro puede dirigirse a los depósitos".
En este sentido, Felipe Guirado, responsable de ventas de la misma gestora, reconoce que la industria "se está acostumbrando a convivir con las guerras de los depósitos, como ya ocurrió en 2008".
Y entre las consecuencias que puede desencadenar esa cohabitación menciona que "ya no va a valer todo, sino que habrá más especialización en los productos y un mayor seguimiento de los fondos". Este efecto ya se está observando en las entidades, mucho más exigentes a la hora de seleccionar fondos de otras firmas, algo que está causando que la "arquitectura abierta se estíé concentrando". Sobre esta cuestión, reconoce la importancia de la reputación, ya que "las distribuidoras españolas se sienten más cómodas con entidades más sólidas".
Siguiendo con esta idea, Núñez de Villavivencio asegura que "pese a que coyunturalmente aparecen competidores, como los depósitos, el producto más potente son los fondos de inversión".
Desde este punto de vista, se muestra optimista porque vaticina un progresivo trasvase hacia activos con más riesgo, algo que puede beneficiar a la industria y a la gestora de la entidad gala. "Desde BNP podemos aportar valor en esos activos con riesgo", afirma.
BNP-Fortis: un nuevo gigante
Los responsables de BNP realizaron estas declaraciones en la presentación de la nueva gestora resultante de la integración con Fortis Investments, que responde a la marca BNP Paribas Investment Partners, con presencia en 45 países y más de 4.000 empleados.
Con unos activos bajo gestión de 530.000 millones de euros, se coloca como la quinta mayor de Europa y la undíécima del mundo.
Javier Núñez de Villavivencio reconoció que la unión, cerrada el 1 de abril, se "produce tras un año de trabajo" en el que se dio prioridad a organizar los equipos, los gestores y las funciones, al tiempo que precisó que aún quedan asuntos por concretar, como la denominación de las sicavs. Y recordó que la integración no conlleva cambio alguno para los clientes, ya que "sólo se trata de un cambio de nombre, no de la gestión ni la filosofía de los productos".
