El fantasma de las 'subprime' corta el optimismo bursátil
Publicado en Expansión por A. Redondo
Cuando parece intuirse la luz al final del túnel, un golpe inesperado hunde a las bolsas de nuevo en la oscuridad. Ayer, ese golpe lo asestó Goldman Sachs.
La SEC (el equivalente a la CNMV española) acusó al banco de fraude, al haber ocultado información sobre hipotecas subprime en sus cuentas. La respuesta del mercado fue inmediata.
Los índices, que cotizaban con dudas tras el flojo dato de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan (se situó en 69,5 puntos, cuando se esperaban 74,5), se tiñeron de rojo con decisión. En apenas una hora, los índices perdieron gran parte de las ganancias acumuladas en las sesiones precedentes. Con el fin de semana por delante, los inversores optaron por vender primero y preguntar despuíés, según los operadores.
La sangría de recortes provocó un volumen de negociación superior a jornadas anteriores. Fue de 6.285 millones de euros, cuando la media de abril es de 4.500.
El fuerte impacto de la noticia quedó patente en los títulos del banco. Al cierre de la sesión, Goldman Sachs se desplomó un 12,79% y, con íél, el resto de la banca volvía al ojo del huracán. En EEUU, ninguna entidad lograba escapar de las píérdidas. Ni siquiera Bank of America, que ayer presentó buenos resultados trimestrales. El sector bancario europeo cedió un 2,73%. En la bolsa española, Popular fue el peor parado entre los bancos, con una caída del 3,37%. Santander tambiíén sufrió píérdidas superiores al 3% (ver gráfico).
El regreso de la tormenta
Y es que la acusación de la SEC reavivó los peores temores en torno a la banca. Por si fuera poco, el organismo dejó entrever que Goldman Sachs no es la única entidad bajo investigación. Alejandro Mendoza, de Amplify Trading, apunta que esta noticia podría “abrir las puertas a una nueva crisis de desconfianzaâ€. De hecho, el índice VIX, que mide la volatilidad del mercado, repuntó ayer con fuerza desde el 16% hasta el 19%. Además, Mendoza indica que los mercados estaban sobrecomprados, por lo que la noticia puede suponer la excusa perfecta para la corrección en las próximas semanas.
En Europa, el Cac francíés cedió un 1,94%, frente al 1,39% que se dejó el Ftse británico o el 1,76% que retrocedió el Dax alemán. El Ibex 35, por su parte, perdió un 2,27% y cerró en 11.261 puntos. En Wall Street el desánimo fue tambiíén la nota predominante al cierre de la sesión. El Dow Jones se dejó un 1,13% y el S&P500, un 1,61%.
Estas caídas contrastan con el buen tono que habían mostrado los índices durante la semana, apoyados en el rescate de la UE a Grecia y los buenos resultados empresariales que se dieron a conocer. De hecho, hasta el chaparrón de Goldman Sachs, los índices internacionales cotizaban en máximos anuales: el S&P500 coronó los 1.200 puntos y el Ibex consiguió colocarse por encima de los 11.500 puntos. Al final, la semana cerró con un saldo negativo del 1,16% para el índice español.
El inversor busca refugio y arrastra a mínimos la rentabilidad del bono
De nuevo se volvió a vivir ayer un flight to quality o vuelo hacia la calidad en los mercados, muy habituales durante los periodos más sangrientos de la crisis financiera. Y es que la acusación de fraude por parte de la SEC, el regulador de los mercados en EEUU, hizo reaparecer los fantasmas de las subprime.
La ola de compras de bonos alemanes, activo refugio por excelencia en Europa, arrastró su rentabilidad (se comporta de forma inversa al precio) hasta mínimos desde 1990 en el plazo de dos años, fecha desde la que ofrece los datos la agencia Bloomberg. El rendimiento de la deuda alemana a dos años pasó del 0,939% en el que cerró el jueves hasta el 0,889%. Con vencimiento a diez años, cayó del 3,132%al 3,084%.
El inversor no compró con el mismo entusiasmo títulos alemanes que españoles, lo que provocó un ligero repunte del riesgo país (diferencial de rentabilidad entre el bono alemán y el español a 10 años) í‰ste pasó de los 72 a los 75 puntos básicos. En momentos de tensión como los que se vivieron ayer, el dólar tambiíén suele actuar como activo refugio. De ahí que el euro cediera un 0,55%, hasta los 1,3499 dólares. En dos días, se ha dejado ya un 1,12%.