Goldman Sachs se suma al sainete griego
por Cárpatos
Hace algún tiempo la revista Historia y Vida editó un especial de aníécdotas. Veamos una de ellas. Contaba cómo durante la II República en España, un día se encontraron por la calle el presidente, Niceto Alcalá Zamora, y el socialista Indalecio Prieto. Nada más verse, Indalecio, cortíés, saludó: "¿Quíé tal don Niceto?". Y el aludido respondió: "Muy bien Indalecio"... y tras quedarse un instante pensativo añadió con una gran sonrisa: "Se ha dado cuenta de que tenemos nombres de sainete"...
Pues ya ven, parecían como en la canción esta famosa de los payasos de la tele: "Adiós don Pepito, adiós don Josíé".
Las Bolsas europeas durante la semana parecían tener ganas de seguir subiendo, pero siempre aparecía algo que ya tambiíén empieza a tener pinta de sainete, como en la aníécdota, el tema de Grecia, para estropearlo todo. Los problemas de Grecia son una especie de ceremonia de la confusión, donde los mercados ya no saben a quíé carta quedarse. Y más tras ver la actitud alemana, que sigue poniendo pegas a cualquier intento de ayuda. Inquietante todo lo que está pasando en Europa. Posteriormente, el último día semanal todo se estropeó y el Ibex cerraba la semana en rojo, tras las agresivas ventas que se produjeron tras saberse que la SEC acusa de fraude a Goldman.
Enlazando el mal momento macro con el aspecto tíécnico que es lo que nos ocupa, todas estas malas noticias llegaban por un lado en un estado de sobrecompra gigantesco, y además contra resistencias muy importantes de medio plazo. Como hemos venido analizando en semanas anteriores tanto el Dow como el S&P llegando a la vez a la gran resistencia mayor formada por el retroceso de Fibonacci del 61,8% de toda la tendencia bajista, y además por si fuera poco coincidiendo con la llegada del S&P 500 a la media de 200 semanas, otro nivel muy psicológico. Demasiadas resistencias a la vez, en un entorno de demasiada sobrecompra, de hecho la mayor en algunos índices desde hacía años.
En el gráfico de arriba, de semanas del Mini S&P 500, vemos una comparativa de la llegada a ese nivel de Fibonacci del 61,8% en la anterior crisis de 2000, y en la actual. En la recuperación de la anterior fase bajista, primero estuvo 12 semanas de marraneo. Donde ni pasaba ni dejaba de pasar. Luego pareció escapar, pero volvió de nuevo al nivel que entonces le hizo de soporte. Necesitó 40 semanas para conseguir romperlo en serio. Creo que estos gráficos ilustran bastante bien cómo funcionan este tipo de niveles.
Es lo que hay, y vamos a hablar mucho de estos retrocesos en los próximos tiempos. Entramos en una fase incómoda del mercado que va a invitar más a espabilarse y operar a más corto plazo, aprovechando idas y venidas y a seleccionar más. Y por supuesto el sainete griego tendrá mucho que decir, la ceremonia de confusión continúa.