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Autor Tema: ¿INTERESAN LOS FONDEPí“SITOS PARA GANAR EN LA GUERRA DE LA BANCA POR EL AHORRO?  (Leído 438 veces)

Eguzki

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La reciíén declarada guerra del pasivo tiene a uno de sus actores esperando su momento en la reserva. Los fondepósitos, fondos que invierten la mayor parte de su patrimonio en depósitos de entidades de críédito, gozaron de su íépoca dorada en 2008, durante la última batalla de bancos y cajas por la captación de depósitos. Tras un discretí­simo 2009, mermados por los bajos tipos de interíés, los fondepósitos esperan su momento. ¿Son una buena alternativa para el ahorrador conservador?

 


Los fondepósitos invierten al menos el 50% de su patrimonio en depósitos bancarios de menos de un año de plazo, aunque por lo general, ese porcentaje se suele elevar por encima del 70%. Estos fondos diversifican su inversión, ya que su exposición a los depósitos debe estar repartida entre al menos cinco entidades distintas y la inversión en depósitos de la propia entidad a la que pertenezca la gestora no debe exceder el 20%. El resto de la inversión se coloca en activos de renta fija pública o privada a corto plazo.

La opción por los fondepósitos dependerá del desarrollo de esta nueva guerra de depósitos. De momento, “no parece que vaya a haber una disposición activa de las entidades financieras”, explica íngel Martí­nez Aldama, director general de Inverco. “Las ofertas existen, pero van más dirigidas a las personas fí­sicas que a fondos o inversores institucionales. Estos depósitos exigen unas vinculaciones al cliente, como domiciliación de nóminas o de recibos, venta cruzada de productos y muchos de ellos tienen una cantidad máxima de inversión.”

La guerra del pasivo de momento excluye a los fondepósitos, aunque la situación pueda cambiar ante el apetito de bancos y cajas por la captación de recursos. “A las entidades les interesan los fondepósitos en la medida que puedan invertir en sus propios depósitos y fortalecer así­ sus balances”, señala Fernando Luque, Senior Financial Analyst de Morningstar en España. Las ventajas de los fondepósitos para las entidades es la “mejorí­a de sus balances” y la “generación de valor”, indica Martí­nez Aldama, aunque todo depende de la “polí­tica de cada entidad”.

Habrá que esperar. Aunque las ofertas actuales vayan dirigidas a personas individuales, lo cierto es que los fondos “tienen capacidad de persuasión –por su alto volumen de patrimonio- para conseguir condiciones ventajosas; pese a todo, hoy por hoy los fondepósitos no parecen una buena opción, pero la semana que viene ya veremos”, apostilla el dirigente de Inverco.

Cíéline Giffard-Foret, analista de Self Trade Bank, señala que todaví­a estamos al inicio de la guerra del pasivo y que “habrá ofertas de depósitos más atractivas”. Sin embargo, está opción no le parece atractiva a la experta de Self Trade, que ante estas dos alternativas “es mejor invertir en un depósito directamente”.

VENTAJAS FRENTE A DEPí“SITOS Y MONETARIOS

Sin embargo, los fondepósitos pueden ofrecer ventajas frente a los depósitos, siempre y cuando sean capaces de igualar su rentabilidad, algo que por el momento es incierto. Los fondepósitos se benefician de las ventajas fiscales de los fondos y pueden mover el dinero sin tributar, como muestra esta comparativa de Atlas Capital. Tambiíén su mayor liquidez –similar a la de un monetario- juega a favor de los fondepósitos, ya que los depósitos de alta remuneración están penalizados por comisiones de reembolso.

Como alternativa frente a fondos similares, Fernando Luque es partidario de la inversión en fondos monetarios y de renta fija a corto frente a los fondepósitos. Tambiíén Cíéline Giffard-Foret prefiere la inversión a travíés de fondos de renta fija a corto: “para el ahorrador conservador existen fondos de emisiones a corto plazo de empresas, con un riesgo casi nulo, similar a la de depósitos y una rentabilidad mayor”.

El punto fundamental para discriminar entre un fondepósito y un monetario son las comisiones, según señala Luque. Aquí­ cobran ventaja los fondepósitos, con unas comisiones medias de gestión del 0,54% frente al 0,62% de los fondos de dinero. Las comisiones, sin embargo, varí­an mucho de un fondepósito a otro, y suelen elevarse cuanto menores son las cantidades mí­nimas exigidas de inversión.

MíNIMAS RENTABILIDADES DE LOS FONDEPí“SITOS

Sin embargo, el comportamiento de los fondepósitos está resultando inferior a la de los monetarios, aunque la rentabilidad de todos estos productos está siendo muy escasa a causa de los bajos tipos de interíés. En 2010, la media de rentabilidad de los fondepósitos es inferior al 0,15% frente al 0,20% que dan los monetarios y el 0,33% de los fondos de renta fija a corto. En los últimos doce meses, los fondepósitos apenas ganan el 0,86%, mientras que monetarios y fondos de renta fija a corto obtienen un 1,01% y un 1,58%.

La salida de dinero tambiíén ha afectado relativamente más a los fondepósitos. En los tres primeros meses del año, los partí­cipes han retirado 1.021 millones de euros de estos fondos hasta dejar un patrimonio de 6.221 millones. El conjunto de monetarios y fondos de renta a fija sumó al cierre de marzo un patrimonio de 61.693 millones de euros tras unos reembolsos netos en el año de 5.358 millones.

Los fondepósitos no están exentos de riesgos, aunque íéstos sean mí­nimos (básicamente la quiebra de los depósitos donde estíé invertido el patrimonio). A pesar de que, como explica Martí­nez Aldama, “un fondo no puede quebrar ya que no está en el pasivo de los bancos”, tampoco se beneficiarí­a del Fondo de Garantí­a de Depósitos (FGD) en el caso de quiebra de un banco en cuyos depósitos el fondo estuviera invertido, ya que el FGD sólo cubre –hasta el lí­mite legal de 100.000 euros- a personas individuales.

Invertir en fondepósitos será positivo cuando llegue a los inversores institucionales la guerra del pasivo. Como ocurrió en 2008. El patrimonio captado por estos fondos llegó a alcanzar los 8.300 millones de euros, patrimonio que se ha reducido un 25% en los últimos doce meses. En 2008, el número de fondepósitos aumentó de 9 a 25 en el mercado español. En 2009 surgieron cuatro, aunque otro se disolvió; este año se ha unido uno más, concretamente las participaciones Clase B del DWS Fondepósito Plus.

Bien es cierto que las entidades podí­an ofrecer en 2008 productos de más alta rentabilidad gracias a un Euribor más elevado, como recuerda Martí­nez Aldama. Ese año funcionaron mejor que sus hermanos monetarios. Caja Murcia Fondepósito Plus y Santander Depósito Plus obtuvieron ganancias por encima del 4,8% y otros siete fondepósitos, de un total de 14, rentaron por encima del 4%. Pero todo acabó con la tregua de las entidades por la captación de recursos. En 2009 y 2010, su comportamiento fue inferior al ya exiguo rendimiento de los monetarios. Para un producto que funciona bien sólo en una coyuntura determinada y a corto plazo, el ahorrador deberá estar atento al inicio y fin de las hostilidades de esta nueva guerra de depósitos.