La guerra del pasivo en la que irrumpió Banco Santander hace algo más de un mes, al sorprender al mercado con depósitos al 4% a un año, tiene fecha de caducidad.
La entidad que preside Emilio Botín dio el pistoletazo de salida a la freníética carrera que protagonizan las entidades por captar recursos y clientes. Sin embargo, su retirada en esta batalla podría estar a la vuelta de la esquina.
Según fuentes próximas a la entidad, el objetivo de Santander es captar entre 7.000 y 10.000 millones de euros en imposiciones a plazo fijo al 4%TAE. Hasta la fecha, el banco ya habría logrado atraer recursos líquidos por valor de unos 6.000 millones de euros.
Cubierto el cupo previsto, la entidad dejará de ofrecer esta jugosa rentabilidad y, consecuentemente, algunos de los bancos y cajas que han respondido a la estrategia de Santander con ofertas defensivas podrían rebajar el tono de sus productos.
En busca de liquidez
Las cuentas del banco cántabro figuran entre las más sólidas del sector, de ahí que su decisión de remunerar el ahorro al 4% –cuando los tipos de interíés se sitúan en el 1%– haya generado cierta incertidumbre en el mercado.
Los expertos sostienen que no está claro que Santander, pese a la buena posición de la que goza, sea capaz de financiarse en el mercado mayorista a un coste sensiblemente menor al 4%. “La díébil situación de la economía española y la amenaza de bajada del ráting de nuestro país está pasando factura al precio de las emisiones de deuda. Santander, al remunerar el ahorro a tasas atractivas, logra captar recursos y, al mismo tiempo, roba particulares a la competenciaâ€, explica el directivo de un banco español. “Sacrifica sus márgenes en el presente con vistas a ganar cuota de mercado en el futuroâ€, indica otro banquero.
Además, el mercado interbancario, mediante el cual las entidades se prestan dinero entre sí, sigue sin normalizarse, y, cuando los bancos centrales comiencen a restringir el acceso a financiación, podrían aflorar nuevas tensiones de liquidez.
Por otro lado, un ejecutivo cercano a la entidad indica que la estrategia de pasivo de Santander tendrá impacto sobre sus márgenes. Cuantifica sus píérdidas potenciales en torno a 150 millones.
Como Santander, el resto de entidades del Grupo –Banif, Banesto y Openbank– están comercializando productos al 4% para “dinero nuevoâ€, es decir, procedente de otras entidades. Estos movimientos ejercen presión sobre el sistema financiero español, actualmente en plena reestructuración, lo que podría acelerar el proceso de concentración de las cajas.
Siguiendo la estela de Santander, La Caixa comercializó en marzo un depósito que remuneraba entre el 3,75% y el 4% los fondos procedentes de otras entidades. En sólo 15 días, captó 4.500 millones de euros.
Guerra en la sombra
El primer banco en ofrecer un producto altamente remunerado fue Popular, con su depósito Gasol al 3,75%, sin exigir ningún requisito, excepto que el dinero proceda de la competencia. Poco despuíés, Santander arrasó con su 4% y muchas entidades, como BBVA, CAM, CCM, CAI y Sabadell, entre otras, comenzaron a ofrecer intereses de entre el 3,75% y 4,25%, en función del grado de vinculación.
En la actual guerra del pasivo sorprende que las mejores ofertas se encuentran sólo en oficinas, lejos de campañas de márketing.