La noticia buena es que el FMI ha revisado ligeramente al alza las previsiones de crecimiento de la economía española para 2010. El producto interior bruto caerá un 0,4% este año, frente al 0,6% estimado hace unos meses. La noticia mala es que España se descuelga definitivamente de la recuperación económica a nivel mundial. Hasta el punto de que forma parte del pequeño grupo de países (ocho en total) que crecerá el año próximo por debajo del 1%. Una lista de la que forman parte dos países europeos, Grecia y Portugal, pero tambiíén Azerbaiján, Zimbabwe, Venezuela y las islas caribeñas de St. Kitts y Antigua.
Las previsiones las publicó ayer el Fondo Monetario Internacional, y reflejan con toda crudeza lo que le va a costar a España salir de la recesión. No en vano, el desempleo rozará el año próximo el 19% (18,7% de la población activa), mientras que el díéficit de la balanza de pagos (pese al ajuste de la demanda interna) continuará siendo uno de los más elevados del mundo. En concreto, representará el 5,1% del PIB, el tercero más alto de las economías avanzadas, tras Chipre (-10,9%) y Portugal (-10,2%). Y en cualquier caso por encima del -3,4% previsto para EEUU, el país que históricamente ha necesitado más dinero del exterior para financiar su economía.
Los datos del FMI incorporan, igualmente, un aspecto novedoso para España. Tan novedoso como preocupante. Los economistas del Fondo Monetario Internacional incluyen a España entre los países más vulnerables a un proceso de deflación. El FMI habla “riesgo elevado†para Irlanda, Japón y España, mientras que en otras quince naciones (entre las que se encuentran EEUU, Francia o Alemania) el riesgo es moderado. Para llegar a esas conclusiones, el Fondo no sólo tiene en cuenta los IPCs nacionales, sino tambiíén los precios de la vivienda, lo que explica que el peligro mayor se concentre en los países donde la ‘burbuja’ inmobiliaria ha sido mayor, caso de España.
El World Economic Outlook de primavera presentado ayer por el FMI viene a ser el certificado oficial de la salida de la crisis para muchas naciones, pero sin estridencias y con muchas cautelas, toda vez que el propio Fondo estima un crecimiento mundial del 4,2%, una tasa claramente inferior a la media alcanzada entre 2004 y 2007. Habida cuenta de los aumentos de población, se suele considera que el mundo no crece cuando la tasa de aumento del PIB es inferior al 3%.
Esta debilidad de la actividad económica es especialmente preocupante en el caso de la zona euro, que apenas crecerá un 1% este año (-0,4% en el caso español), mientras que el año próximo el aumento del PIB se situará en el 1,5% (0,9% para España). Como se ve, muy poco para crear empleo y estimular la demanda interna, lo que explica que las tasas del desempleo seguirán siendo “elevadasâ€. En concreto, del 9% en 2011 en el caso de las economías avanzadas, la mitad que en España.
Más paro que el que dicen las estadísticas
En palabras del FMI, “en muchos países el problema es más grave de lo que sugieren las estadísticas sobre la tasa general de desempleo, porque muchos de los empleados están trabajando menos horas o han dejado de formar parte de la población activaâ€. En estas circunstancias, advierte, existe riesgo real de que un paro de naturaleza transitoria se transforme en desempleo de larga duración, con la consiguiente reducción de la población activa y el menor crecimiento potencial del PIB.
Y las previsiones del propio FMI no conducen, desde luego, al optimismo. Los economistas del Fondo prevíén que España crezca en 2015 un 1,7%, lo mismo que la zona euro. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que a partir de lo que sugieren las series históricas, la economía española nunca ha sido capaz de crear puestos de trabajo con un crecimiento del PIB inferior al 2%, y de ahí los temores del FMI a que se enquiste el problema del paro.
Este escenario de bajo crecimiento en los países del euro es consistente con la idea fuerza que transmite todo el documento. Y que se basa en que la recuperación mundial está siendo más intensa de lo previsto, pero sólo para algunas regiones del planeta. El FMI habla de que la actividad “se está recuperando a distintos ritmos: con debilidad en muchas economías avanzadas y con fuerza en la mayoría de las economías emergentes y en desarrolloâ€. Tanto este año como el próximo las economías más pobres del planeta crecerán por encima del 6%, con un extraordinario 10% en el caso de China.
Para el caso español, las previsiones del FMI son coherentes con las que ofrecen los institutos de coyuntura nacionales. Los quince servicios de estudios que participan en la consulta de Funcas estiman para este año una caída del PIB del 0,5% (apenas una díécima más que el Fondo y dos que el Ministerio de Economía), mientras que para el año próximo prevíé un crecimiento del 1%.
Lo que está fuera de toda duda, sostiene el FMI, es que la recuperación en curso de las principales economías avanzadas “será relativamente díébilâ€, en comparación tanto con las reactivaciones que siguieron a las recesiones graves -aunque menos profundas- de mediados de la díécada de 1970 y comienzos de las de 1980 y 1990.
De hecho, varias economías de la zona del euro que soportaron un golpe especialmente duro o que agotaron el margen de maniobra macroeconómica probablemente queden rezagadas respecto de sus principales socios. No se cita el nombre de ningún país, pero se intuye.