La familia Lladró, cuyos negocios inmobiliarios y de figuras de porcelana se han visto muy afectados por la actual crisis económica, ha conseguido un balón de oxígeno con la venta de la firma de joyería de lujo, Carrera y Carrera. El comprador, del 100% del capital, por un importe no desvelado, es un magnate ruso. La empresa joyera conseguía una cuarta parte de sus ingresos en Rusia, donde sus joyas son muy apreciadas. El nuevo inversor insuflará a la compañía capital para seguir adelante con sus planes de expansión internacional.
Lladró había adquirido en dos fases la marca Carrera, popularizada por la familia del mismo nombre a travíés de las actrices de Hollywood que visitaron España en los años cincuenta del siglo pasado. Primero, en 2004, se unió a un grupo de inversores liderados por María Eugenia Girón y Louis Urvois, ex directivos de Loewe, que, junto con 3i se habían hecho con el control de la compañía, propiedad de la familia, en 1999. Ya en 2006, se hicieron con el 100% de la compañía con la intención de hacer una marca competidora de Bulgari y Chopard.
La venta ahora por los Lladró, que pagaron algo más de 15 millones por la firma, supone un cambio radical y de repliegue en la estrategia del grupo familiar valenciano, que había decidido dar un salto de calidad y acercarse a un segmento más lujoso del mercado apoyándose en la red de distribución de la marca de joyería.
Pese al hermetismo sobre la identidad del comprador, este medio ha podido saber que se trata de Caruli Limited, una entidad con domicilio en Londres, la socia única. El dueño habría nombrado como representante a Jean Francois Marc Sarrat. Según ha podido saber El Confidencial, Sarrat trabaja como asesor de la Federación Rusa y es consejero de una de las filiales de OAO Gazprom. Según las últimas cuentas registradas de la firma joyera, correspondientes a 2008, Carrera y Carrera facturó ese año 29 millones de euros y obtuvo un beneficio de 927.266 euros.
Problemas con la deuda
El grupo Lladró se encontraba a mediados del pasado ejercicio en proceso de negociación de su deuda con la banca acreedora. Ese año vencían 9,25 millones de euros del pasivo de la firma joyera, que había garantizado con todos sus bienes la deuda. El derecho a la marca Carrera y Carrera está valorado en 635.053 euros. La colección privada, por su parte, tiene un valor de tasación (y estaba en prenda) de 1,97 millones. Tambiíén estaban pignoradas el 75,15% de las acciones, y el inmueble de la sede, en San Agustín de Guadalix (Madrid).
Fuentes oficiales de Carrera y Carrera y de Lladró han confirmado la operación, pero han declinado facilitar detalles. La venta se cerró hace un mes y, según la firma de joyería, los planes y los gestores del grupo se mantienen sin variación. La plantilla de Carrera y Carrera, según datos de la compañía es de unos 130 empleados. El 80% de la producción se exporta. Cuenta con 311 puntos de venta en 37 países.
Los objetivos que había el año pasado eran controlar la distribución en Japón y desde allí realizar las aperturas en Asia (China, Singapur, Malasia, Corea, Indonesia, Taiwan y Birmania). Según una entrevista reciente publicada en fashionfromspain.com con la primera ejecutiva del grupo, Nathalie Guedj, la compañía quiere colocarse entre las 10 primeras firmas de alta joyería del mundo.