Por... Andríés Oppenheimer
Sin hacer mucho ruido, Míéxico está por proponer a Washington medidas que espera le ayuden a convertirse en un lugar de retiro para millones de estadounidenses, que podrían derivar en el acuerdo más ambicioso entre los dos países desde el Tratado de Libre Comercio de Amíérica del Norte de 1994.
Es probable que el presidente mexicano Felipe Calderón proponga las primeras medidas para expandir los beneficios míédicos y el turismo míédico de los estadounidenses en Míéxico cuando viaje a Washington D.C en una visita oficial el 19 de mayo. Si Calderón no lo hace en esta ocasión, lo hará en los próximos meses, afirman funcionarios mexicanos.
Hasta ahora, Míéxico no había oficializado el proyecto para no entorpecer los esfuerzos de Obama para que el Congreso de Estados Unidos aprobara su reforma del sistema de salud. Pero ahora que la reforma ha sido aprobada, Calderón estaría listo para hacerlo.
Ya hay alrededor de 1 millón de estadounidenses viviendo en Míéxico. Y de acuerdo con estimados del gobierno mexicano, basados en cifras de la Oficina del Censo de Estados Unidos, es probable que el número de estadounidenses en Míéxico aumente a 5 millones para el 2025.
Lo más probable es que cuando Calderón se encuentre con Obama en Washington, le proponga empezar con un acuerdo de bajo perfil que permita que la Administración Financiera del Sistema de Salud de Estados Unidos pague los beneficios de Medicare -el seguro de salud para los jubilados- a los estadounidenses retirados en Míéxico. Según las reglas actuales, Medicare sólo cubre servicios míédicos en Estados Unidos.
Mi opinión: Míéxico, y una buena parte del resto de Latinoamíérica, se convertirán cada vez más en un destino favorito para el turismo jubilatorio y de salud de los estadounidenses, de manera similar a la que España se ha convertido en un lugar de residencia permanente para muchos alemanes, británicos y europeos del norte.
Por ahora, seguramente no leeremos muchas noticias al respecto, porque lo más probable es que ni Calderón ni Obama querrán hablar mucho del tema mientras la violencia del narcotráfico en Míéxico siga siendo una noticia de primera plana, y mientras sigan abiertas en Washington las heridas políticas causadas por el reciente debate de la reforma de salud de Estados Unidos.
Sin embargo, estoy cada vez más convencido de que, a medida que la actual ola de violencia en Míéxico disminuya y el debate por la reforma del sistema de salud se convierta en un recuerdo lejano, los acuerdos internacionales de seguros míédicos se convertirán en un tema prioritario de la agenda de Estados Unidos y Latinoamíérica. Así como los acuerdos de libre comercio fueron una prioridad en la díécada de los noventa, estos acuerdos serán una prioridad en esta díécada que comienza.