Busca lo permanente en ti. Desecha lo transitorio. Lo que te da placer por un momento puede ser la causa de tu ruina de esta vida. Lo que te hace estar en reposo es un portal abierto hacia la paz verdadera.
Recuerda: Dios no castiga, no ofende, no juzga, no lastima, no critica, no se venga. Dios Ama.
Busca a Dios como se te ocurra: en la iglesia o los templos, en las figuras sagradas, en los santos, en la oración, en la música, en el silencio, en las personas, en el desierto, en el cielo o en la Tierra, pero jamás, ni por un sólo instante, dejes de buscarlo.
No te engañes creyendo que las cosas son como tu mente te las muestra. La mente es el más hábil de los ladrones, y es capaz de robarte la paz. Pero recuerda: si haces que la habilidad del ladrón con sus manos sea transformada en tu favor, puedes llegar a contar con el genio más calificado. La mente es tu instrumento, síé inteligente.
Hablando de inteligencia: no creas que es inteligente aquel que sabe muchas cosas o que planea cosas que luego se le cumplen. Ese es astuto. inteligente es aquel que se vuelve cada día más sencillo, que evita todo mal y ama sin esperar cosas a cambio. Tal ha convertido su mente en las manos del alma.
Si tu enemigo te ofende, reza por íél, pero no para que sea castigado, sino para que deje penetrar un poco de luz en su obscurecido corazón, y que abandone su posición de enemigo. Mas síé cauto, mientras íél sienta que te odia, no te acerques, pues no eres Jesús. Reza con amor por íél desde el silencio.
Si te quejas mucho, pregúntate: ¿quíé he hecho para estar bien hoy? ¿cuánto tiempo dedico del día para descubrir quiíén soy y para saber por quíé estoy aquí?
El mayor flagelo de esta era del mundo se llama engaño. Todo lo que esconde a la Verdad de tu conciencia es engaño. Todo lo que te aleja de tu padre es engaño, sea lo que sea.
No seas necio juzgando equivocado a tu hermano que cree en Dios de otra forma: ruega porque al final del camino tú y íél hayan encontrado La Verdad única.
Has escuchado la palabra "karma". Cuando realizas una acción ( e inevitablemente siempre estás realizando una, porque hasta hacer nada es hacer) busca realizar la acción correcta. Si haces malas acciones, no sólo tú te acarreas obscuridad para tu vida, sino para quienes te rodean y las generaciones siguientes. Cuando no eres prudente, traes karmas negativos que te afectarán toda tu vida. Encomiíéndate a Dios, y procura realizar la voluntad suprema, que está libre de apegos y deseos que nublen tu buen juicio.