El ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, criticó hoy en Nueva York las políticas cambiarias de las economías más avanzadas del planeta y aseguró que el dólar y el euro están depreciados, lo que perjudica a los países emergentes.
"Debemos buscar una sintonía mayor en las políticas cambiarias. No podemos aceptar la política de depreciación del dólar", manifestó Mantega, quien participó hoy, al igual que el presidente del Banco Central de Brasil, Henrique Meirelles, en un foro económico organizado por la Cámara de Comercio Brasileño-Americana.
En su presentación, explicó además que las reuniones a las que ha asistido el pasado fin de semana en Washington del Fondo Monetario Internacional y del G-20 le han permitido conocer las estrategias de recuperación de las economías más avanzadas, lo que le había dejado "preocupado".
Señaló que íéstas incluyen el objetivo de reducir la demanda interna y mantener los tipos de interíés bajos para estimular una depreciación cambiaria de sus monedas y poder así aumentar la competitividad de sus exportaciones.
En una conferencia de prensa posterior y en relación a este mismo asunto, Mantega manifestó que el dólar y el euro "están desvalorizados", lo que perjudica a los países emergentes y en el caso de Brasil provoca una tendencia hacia la apreciación del real frente a otras monedas, por lo que consideró que estos países deben buscar "una estrategia común".
"La moneda líder, que tiene un peso muy grande en el cambio internacional, en las transacciones financieras, es el dólar y un dólar depreciado causa problemas a todo el mundo, y siempre fue así", señaló el ministro brasileño.
Respecto a la economía de su país, resaltó que Brasil será una de las pocas economías que crecerá este año y en los próximos, y señaló que las proyecciones apuntan a un crecimiento de hasta el seis por ciento en 2010.
"Brasil tiene condiciones para crecer un 5, un 5,5 por ciento y hasta el 6 por ciento con una inflación bajo control", aseguró Mantega, quien destacó que con ello se recuperaría el nivel de crecimiento anterior a la crisis financiera mundial.
En ese sentido, apuntó que los países emergentes serán responsables el próximo quinquenio de tres cuartas partes del crecimiento mundial.
Mantega explicó los aspectos que definen el modelo económico que aplica Brasil desde hace años y que pone "un fuerte íénfasis" en un crecimiento robusto, mediante la generación de empleo, distribución del ingreso, control de la inflación, impulso de la inversión y programas de estímulo económico, entre otros aspectos.
Al igual que Meirelles, el ministro destacó el fuerte impulso que la demanda interna ha dado al ritmo de crecimiento y que ha ayudado a que la clase media del país haya pasado de representar el 43,2 por ciento de la población en 2002 al 53,6 por ciento en 2009.
En cuanto a la inflación en su país, señaló que las proyecciones del mercado la sitúan en el 5,3 por ciento este año y prometió que el Gobierno estará atento para que se mantenga bajo control.
Ante la reunión que celebrará el Comitíé de Política Monetaria del Banco Central en los dos próximos días, manifestó a la prensa que ese comitíé "sabe evaluar de forma adecuada las condiciones del país" y señaló que confía en la decisión que se adopte.
Añadió que su país tienes margen para crecer de forma sostenida y no es como en el pasado, en que un crecimiento del dos o tres por ciento generaba inflación y otros desequilibrios. EFE