Por... Francois Bougon
SHANGHAI - La mayoría de países del mundo, desde Estados Unidos hasta Corea del Norte, estarán presentes en la primera Exposición Universal organizada por China, que será inaugurada con gran pompa el viernes en Shanghai y afirmará la posición del gigante asiático en la escena internacional.
A la inauguración sobre las orillas del río Huangpu asistirán numerosos jefes de Estado extranjeros, como el francíés Nicolas Sarkozy y el surcoreano Lee Myung-bak, y el presidente de la Comisión Europea, Josíé Manuel Barroso.
Mientras tanto, en el sitio de la Expo2010 -una miniciudad de 5,3 km2, o dos veces el tamaño de Mónaco- los obreros dan las últimas puntadas a algunos de los pabellones.
La gran mayoría de pabellones -algunos más extravagantes que otros- se encuentran ya listos para recibir a los visitantes y presentarles su visión de la temática “Mejor vida, mejor ciudadâ€, una mezcla de propuestas de desarrollo sostenible para el mundo urbano y de derroche tecnológico.
Shanghai invirtió unos 58.600 millones de dólares en la infraestructura del evento, según la prensa local, una cifra mayor que la de los Juegos Olímpicos en Pekín hace dos años.
La ciudad sufrió una metamorfosis completa, gracias a la inauguración de nuevas líneas del metro y a la remodelación del mítico Bund, un paseo de dos kilómetros de largo a orillas del Huangpu.
La seguridad en Shanghai fue reforzada tambiíén, para evitar cualquier problema y alejar la posibilidad de eventuales protestas de disidentes.
Un ríécord de 192 países estarán presentes en la Expo2010.
Muchos de ellos apostaron por una mezcla entre la tradición y la modernidad, como España, que propone un viaje multimedia a travíés de su historia.
“Somos un país tradicional, con sus raíces en el pasado, pero estamos decididamente lanzados hacia el futuro, de la misma manera que China, que es un país legendario pero tambiíén volcado hacia el porvenir y el crecimientoâ€, señaló María Tena, comisaria general del pabellón español.
Francia tambiíén propone una alianza entre lo moderno y lo antiguo, con la temática de la “ciudad sensualâ€.
Gran Bretaña optó por asombrar con el objetivo de romper algunos de los estereotipos existentes sobre los británicos en China, como su supuesta inclinación por los sombreros hongo y los paraguas.
El arquitecto Thomas Heatherwick diseñó un edificio que acapara todas las miradas, con sus 60.000 varillas de acrílico que se mueven y capturan la luz.
En el centro del edificio se encuentra un pequeño espacio silencioso -en la penumbra durante el día y luminoso de noche- de donde emergen las varillas, en cuya punta se encuentran guardadas semillas.
Esta “catedral de semillas†-que tambiíén se asemeja a un “erizoâ€- se ha ganado ya el cariño de los visitantes durante las jornadas de prueba, siendo fotografiada desde todos los ángulos posibles.
Sin embargo, el pabellón chino -una pirámide invertida de color rojo- eclipsa con su tamaño a todos los demás.
En el interior del pabellón el filme de propaganda “China armoniosa†- eslogan del regimen comunista en la era de Hu Jintao- es proyectado en una pantalla de 360 grados.
El proyecto chino para la Exposición Universal -la más grande de la historia- le ha devuelto indudablemente brillo al evento, que nació en el siglo XIX y parecía algo anticuado en la era del Internet. Queda claro que la propuesta de la gran potencia emergente y tercera economía mundial suscita el interíés mundial.
“Es evidentemente una señal tangible de la importancia de China tanto sobre el plano económico como geoestratíégico que la organización de esta Expo sea acá en Shanghai, que es la gran ciudad china orientada hacia el exteriorâ€, indicó el director del pabellón francíés, Josíé Freches.
Los organizadores esperan que durante los seis meses que durará la Expo2010 visiten la ciudad hasta 100 millones de personas, en su gran mayoría chinos.