La mitad de las cajas cubre el alza del críédito con depósitos
Los problemas de liquidez derivados de las hipotecas basura no dan señales de remitir. Los canales normales de financiación mayorista (el mercado interbancario, las emisiones de deuda, las titulizaciones) continúan cerrados y cada vez son más los expertos que creen que la situación no se normalizará hasta bien entrado 2009.
Por eso, para las entidades es de vital importancia captar el ahorro de los clientes para poder financiar su crecimiento.
Las cajas, como sector, se han desempeñado bien en este sentido desde principios de la crisis, según los cálculos realizados con los datos de los balances individuales proporcionados por la Confederación Española de Cajas de Ahorros (Ceca). Las 45 entidades confederadas en la Ceca han financiado el 84,9% de los críéditos concedidos de julio a enero con los depósitos captados. El díéficit de financiación se sitúa en 5.905 millones de euros.
El dato general, sin embargo, esconde diferencias notables entre las cajas. Pero, sobre todo, muestra que se ha producido un importante frenazo en el negocio crediticio del sector. Las cajas que presentan los mejores ratios de cobertura de críéditos con depósitos son, en la mayoría de los casos, las que más drásticamente han recortado la concesión de críéditos.
Es el caso, por ejemplo, de Cajasur, que en estos siete meses tan sólo aumentó sus críéditos en 97,3 millones de euros (saldo entre el críédito nuevo menos el que se amortizó). La caja reconoce que ha hecho “una gestión prudente y eficiente de la liquidez ante la situación de iliquidez de los mercados financieros†y se ha centrado en la captación de depósitos.
Tambiíén, explica que ha hecho un esfuerzo importante para reducir el peso del inmobiliario en sus balance, y admite que no es tan fácil reemplazar este tipo de críéditos con otros, como la financiación al consumo. Otras entidades, como Caja Duero, que muestra el segundo mejor ratio de cobertura, llevan tiempo –desde antes que empezara la crisis– centradas en la captación de pasivo y acotando el críédito para tener controlado el riesgo.
En general, todas las cajas (así como los bancos) han reducido el crecimiento de sus inversiones crediticias. En parte, se debe a que la propia demanda (sobre todo de hipotecas) está cayendo como consecuencia de la crisis inmobiliaria.
Y, en parte, porque si no se pueden captar recursos, tampoco se puede crecer. Algunos expertos utilizan una expresión muy gráfica para explicar lo que puede pasar si los mercados de financiación mayorista no vuelven a funcionar correctamente: que las entidades se verán obligadas a “hibernarâ€, con todas las consecuencias que puede suponer para la economía si se para el críédito bancario.
En esta situación, la competencia entre las entidades por los depósitos de los clientes es cada vez más dura y, como en cada batalla, hay vencedores y perdedores (ver gráfico). La Caixa, Ibercaja, Caja Duero o Caja Castilla-La Mancha fueron las cajas que más ahorro captaron desde el inicio de la crisis.
Sin embargo, cabe destacar que en los balances pueden producirse efectos contables que obligan a tomar con cautela los datos. Caixa Galicia, por ejemplo, reclasificó un pasivo de 2.100 millones en diciembre, que ya no aparece en los “depósitos de clientesâ€. Sin este efecto, la captación de pasivo minorista de la entidad gallega tendría un saldo positivo de 633 millones.
Caja Madrid tambiíén asegura que el crecimiento de sus depósitos según aparece en los balances públicos (911 millones) se ve perjudicado por el efecto de las Cesiones Temporales (Repos) al Tesoro Público. Según datos proporcionados por la propia caja, descontando este efecto, los depósitos netos captados de julio a enero sumarían 3.826 millones y su ratio de cobertura estaría en el 67,5%. Estos tipos de distorsiones contables podrían afectar a otras entidades.
