El Ejecutivo sigue cargando con más díéficit a las generaciones futuras, a pesar de sus promesas de austeridad. El presidente del Gobierno, Josíé Luis Rodríguez Zapatero, ha disparado los compromisos del Estado a largo plazo desde que llegó a La Moncloa, lo que podría dificultar aún más la vuelta a la senda del superávit en las cuentas públicas.
Y es que los compromisos extrapresupuestarios del Ejecutivo –enmarcados en el escenario de gasto plurianual previsto hasta 2050– se han disparado un 60% desde que el PSOE alcanzó el poder en 2004.
Los pagos estatales comprometidos más allá de cada ejercicio presupuestario –excluyendo el capítulo que recoge el pasivo financiero, es decir, la amortización de la deuda– alcanzaron a finales de 2009 los 216.260 millones de euros, casi un 25% del Producto Interior Bruto (PIB) de todo un año, según las estadísticas de ejecución presupuestaria. Cuando el Gobierno presentó sus primeros Presupuestos generales, estos gastos sólo alcanzaban los 136.897 millones.
La presidenta de la Asamblea de Madrid y ex secretaria de Estado de Presupuestos y gastos, Elvira Rodríguez, recuerda que este sistema se diseñó durante los últimos años en los que era presidente Aznar para garantizar que los Presupuestos Generales del Estado anuales tuvieran un marco que cuadrara en el tiempo las decisiones políticas. “Si los gastos son crecientes habrá que decir de dónde recortarâ€, advierte.
A juicio de los expertos consultados por este periódico, los gastos plurianuales –que recogen iniciativas como el plan público-privado del Ministerio de Fomento para mejorar las infraestructuras; los planes de vivienda diseñados en el largo plazo, y muchos de los compromisos del Ministerio de Defensa– restan salud a las finanzas públicas del futuro.
“Se está comprometiendo a las futuras generacionesâ€, recuerda Rodríguez, que era la encargada de supervisar la elaboración de las cuentas públicas cuando Rodrigo Rato era ministro de Economía. Este escenario pone de manifiesto que se está cargando con la losa del gasto público a los que no están en edad de trabajar y a los que ni siquiera han nacido.
Menos recursos
Y es que los gastos crecen pese a que mengua la población, lo que elevará en el medio y corto plazo lo que cuesta a cada ciudadano sostener el Estado de Bienestar. El envejecimiento de la población no perdona: según el INE, en 2020 el saldo entre nacimientos y defunciones comenzará a ser negativo.
Asimismo, la población mayor de 65 doblará su tamaño en dos díécadas, hasta representar al 31% de la población total. A la par, los grupos en edad de trabajar –entre 16 y 65 años– menguarán un 18,2%. Mientras tanto, el Gobierno ha comprometido casi una cuarta parte del PIB de un año de aquí a los próximos 40 años.
La analista de la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas), María Jesús Fernández, cree que “estos son los gastos en los que el Gobierno tiene más capacidad para recortar en todo lo que quieraâ€, en los que tiene más margen de maniobra.
Añade que “a lo largo de todos estos años, la abundancia de recursos se ha utilizado para aumentar el tamaño del Estado, el número de funcionarios...â€, lo que tambiíén pueden definirse como compromisos del gasto a largo plazo. ¿Las consecuencias? Que será casi imposible reducir el díéficit público al 3% del PIB de aquí a 2013 como exige la Comisión Europea.
A los compromisos extrapresupuestarios se suman los que sí que se han incorporado año a año en las cuentas, una factura que tambiíén ha crecido ignorando todos los preceptos de contención. Y es que si los gastos no financieros ascendían en 2005 a los 124.536,86 millones de euros, en 2010 ya alcanzaron los 185.248,88 millones. Es decir, el gasto que depende del Gobierno central de turno ha aumentado un 48% durante la era de Zapatero.
Para más inri, aún sigue sin concretarse el Plan de Austeridad previsto entre 2011 y 2013, un hecho que ha sido criticado por organismos como el Banco de España, el BCE y ayer mismo por el FMI. Los expertos recuerdan que si no se adoptan medidas contundentes los mercados castigarán aún más a España.
Más compromisos
1. Los derechos de cobro acumulados por el díéficit de tarifa a las grandes compañías elíéctricas ascienden a 7.725 millones de euros, según los empresarios del sector.
2. El rescate a Grecia, que aún no está contabilizado en los gastos plurianuales que maneja Salgado, supondrá un endeudamiento extra de 9.800 millones en tres años.
3. La factura de los funcionarios no ha hecho más que crecer: los gastos de personal han crecido un 33% desde 2005. Ha pasado de los 25.351 millones a los 33.817 millones.
4. El gasto social es otro de los capítulos que juegan en contra del superávit. En Portugal y Grecia se han recortado los subsidios para que no sea rentable estar en paro.
5. La sostenibilidad del sistema de pensiones está en duda, despuíés de que se conociera que en 2030 casi la mitad de la población estará retirada o será menor de edad.
6. A esto se suma el auge de los gastos corrientes. Sin embargo, el Gobierno, que se comprometió a recortarlos este año en 5.000 millones, ha recurrido a ajustes contables.