Por... FABIOLA SANCHEZ
CARACAS -- El gobierno ha reforzado los controles para comercialización de la carne y en una nueva modalidad de acción procedió a detener a carniceros que vendan el producto sobre los precios oficiales, lo que repercutido en otros sectores del comercio.
La detención temporal la semana pasada de un grupo de carniceros en instalaciones militares más que frenar el incremento del precio de la carne desató una suerte de pánico colectivo entre numerosos comerciantes que ahora se abstienen de vender el producto, situación que ha suscitado problemas de escasez a nivel nacional.
Para tratar de contener una eventual crisis en el sector y cubrir la caída de la oferta del alimento, el gobierno anunció que acelerará la entrega de divisas para las importaciones de carne, y que elevará las compras de ganado brasileño de 30.000 a 50.000 animales por mes.
El presidente de la federación nacional de ganaderos, Manuel Cipriano Heredia, dijo a la AP que mientras los insumos para el sector se han incrementado en más de doble en los últimos meses, desde agosto del 2008 el gobierno no ajusta el precio de la carne.
El gobierno mantiene el precio de venta del kilo de carne en las carnicerías en 17 bolívares fuertes (unos 4 dólares), como parte del control de precios que está vigente desde el 2003.
Algunos carniceros y mayoristas consultados por la AP informaron que el kilo del alimento lo están comprando sobre los 14 bolívares fuertes (unos 3 dólares), muy cerca del precio regulado, lo que los deja sin márgenes para cubrir sus gastos.
Mientras los precios cientos de productos permanecen bajo control del gobierno, entre los años 2008 y 2009 se registraron en Venezuela tasas de inflación de 30% y 25%, superando en más del doble a las de otros países de la región.
Alterno al problema inflacionario desde el 2007 se comenzó a registrar desabastecimientos de algunos alimentos lo que ha impulsado aún más los precios.
En su intento por tratar de evitar que los comerciante evadan el control de precios, el gobierno ensayó la semana pasada una nueva modalidad de acción: la detención de carniceros que vendan por encima de los precios regulados.
"Unas personas que tenemos toda la vida trabajando aquí nunca hemos pasado por esto donde te llevan y te desnudan, te quitan hasta los interiores (calzones), y despuíés te pasan para una celda. Donde tu nunca has visto eso, ¿quíé se puede esperar?", dijo consternado el carnicero Omar Cedeño al recordar los casi dos días que pasó detenido.
Cedeño relató que la mañana del 26 de abril fue visitado por funcionarios del instituto de protección al consumidor, acompañados de policías militares, quienes luego de levantarle un acta por incumplir el precio regulado de la carne lo invitaron a una plaza capitalina para "darnos una charla".
"Cuando llegamos allá tenían unas unidades...donde nos hicieron montar como con 15 o 20 soldados y nos llevaron al fuerte Tiuna. Allá fue donde nos dijeron que estábamos detenidos", agregó.
Cedeño fue detenido el pasado lunes en el fuerte militar Tiuna, al oeste de la capital, junto con otros siete carniceros, entre ellos una mujer.
Al día siguiente los comerciantes fueron trasladados a una celda del Palacio de Justicia, donde fueron desnudados para una requisa, y luego de varias horas de espera fueron llevados esposados ante un juez que les abrió un proceso por el delito de "especulación".
Los comerciantes quedaron bajo libertad provisional pero fueron obligados a presentarse cada quince días ante el tribunal.
Durante la semana pasada las autoridades abrieron procesos a otros 32 carniceros por presunta especulación. De ser declarados culpables los comerciantes podrían ser condenados de dos a seis años de cárcel.