La crisis de deuda de Grecia ha castigado a los activos de Latinoamíérica, pero el desplome en precios no sería algo tan malo si amortigua el esperado golpe de una eventual alza en las tasas de interíés en el mundo desarrollado.
Los temores por la situación fiscal de Grecia están llevando a los inversores a buscar activos más seguros y están causando el hundimiento de las bolsas y los mercados cambiarios desde Míéxico hasta Argentina, considerados de mayor riesgo y propensos a la especulación.
Los instrumentos de la región habían resurgido en los últimos meses antes de la crisis en Grecia, y algunos analistas habían advertido que las ganancias estaban inflando una burbuja que pondría a los países emergentes en riesgo cuando la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos decida subir sus tasas.
Las tasas de interíés más altas en países desarrollados atraen a los inversores y suelen quitar flujos de dinero de los mercados emergentes.
Algunos funcionarios creen que esta caída en los mercados es un alivio y moderaría el impacto potencialmente brutal que desatarían los países industrializados al retirar sus estímulos fiscales y monetarios.
"Creo que ese proceso de limpieza va a favorecer la estabilidad de nuestro mercado hacia adelante", dijo el jefe del banco central mexicano, Agustín Carstens. "Por el momento no vemos algún factor preocupante", agregó.
La principal preocupación es que Estados Unidos finalmente eleve sus tasas de interíés en el cuarto trimestre, como piensa una mayoría del mercado. Pero esta semana se sumaron temores de que un millonario plan de rescate a Grecia no sea suficiente para evitar una crisis mayor en toda Europa.
"Esto (la caída) debería dejar a los mercados emergentes con menor riesgo de fuga de capitales cuando la política monetaria en Estados Unidos comience a endurecerse", dijo Nick Chamie, jefe de mercados emergentes del Royal Bank of Canada (RBC), en Toronto.
"La opción es que si esto no hubiera ocurrido ahora, tendría que ocurrir más tarde de cualquier manera", agregó.
La volatilidad no es buena
Despuíés de subir cerca de un 10 por ciento entre febrero y marzo, el índice referencial de mercados emergentes ha cedido desde entonces cerca de un 9 por ciento por los crecientes temores en Europa.
Apostando por lo seguro, los inversionistas están volcándose al dólar y al oro, por ejemplo, mientras el resto de las monedas y las acciones a nivel mundial ceden terreno.
El euro se depreció el jueves a un piso de 14 meses, entre preocupaciones de que la crisis de deuda de Grecia se extienda a otros estados de la periferia de la zona euro.
De todos modos, el desplome en los mercados emergentes tampoco es una situación para alegrarse.
"Esto (la caída) podría ayudarte para cuando alguien ajuste" las tasas, dijo Alonso Cervera, economista jefe para Amíérica Latina en Credit Suisse. "Pero el hecho de que el ajuste estíé por venir debido a esta situación tan tensa en Europa no es buena noticia para nadie", agregó.
Al menos, a diferencia de otros años, la situación fiscal de Amíérica Latina hoy luce mucho más sólida que incluso la de algunos de los países europeos.
"Definitivamente ya los inversionistas saben que estamos mejor preparados y no habría una fuga desordenada en Amíérica Latina", dijo Pedro Tuesta, economista para la región de la firma 4Cast. "Pero tener este tipo de problemas de volatilidad nunca es bueno", agregó.