Por... Dany Fleitas
En una localidad denominada San Antonio, en el distrito de Yuty, departamento de Caazapá, existe un gran yacimiento que no está siendo explotado. La empresa Transandes SA, que tiene a favor la ley de explotación desde agosto de 2008, admite que están teniendo problemas para captar fondos en la bolsa de Toronto (Canadá), pero que en realidad certificaron la existencia de 11 millones de libras de uranio, que valorarían en US$ 1.000 millones las reservas del lugar según lo precios actuales en el mercado internacional.
Esto está ocurriendo pese a las obligaciones establecidas en el contrato ley de concesión que fue promulgada el 14 de agosto de 2008, al cual antecede un permiso de exploración otorgado en el año 2007.
Cabe recordar que la firma canadiense Anschutz, ya en la díécada de 1970, estimó la existencia de 12.300 toneladas de uranio en estado natural en la zona, tras una serie de comprobaciones en fase de exploración. Si esto es cierto, el valor de la reserva sería de US$ 2.600 millones. La firma Transandes (Cue Resources de Canadá) se basó en esas informaciones para hacer nuevas perforaciones en el año 2007. En base a los resultados exploratorios, pidieron al Congreso Nacional la ley de concesión, que promulgada en el último día de gobierno de Nicanor Duarte Frutos.
Según los archivos periodísticos que datan de los primeros meses de 2007, los directivos de Transandes, cuando apenas llevaban 200 hectáreas estudiadas (de las 200.000 otorgadas) ya “arriesgaban†en adelantar el potencial que tenía Yuty. “A priori podemos decir que podrían haber unas 25 millones de libras (12.300 toneladas) de uranio, que justificaría la explotaciónâ€, había dicho uno de sus principales directivos, en rueda de prensa.
A diferencia de hace 30 años, el uranio hoy es bien cotizado y apetecido por las potencias del mundo como materia prima para plantas termonucleares de generación de electricidad limpia. La sola venta de materia prima en estado natural a los vecinos, como Argentina, Chile o Brasil (cuentan con plantas termonucleares), puede generar al país ingresos anuales en regalías similares a los de Itaipú o la EBY por más de 11 años.
LLAMATIVA APROBACIí“N
Un día antes de la asunción de Lugo, Nicanor promulgó leyes que aprobaron los contratos de concesión para la exploración y explotación de minerales metálicos y no metálicos en vastas zonas de la región Oriental , por 20 años (prorrogable 5 años más). Cnel. Oviedo Minning obtuvo el derecho de la comercialización de recursos minerales varios en Caaguazú y Transandes en Caazapá, más específicamente en Yuty. De la noche a la mañana, Yuty pasó a ser un distrito estratíégico desde el punto de vista económico, político y geográfico.
En virtud de la ley, Transandes obtuvo el derecho de la exploración y explotación del uranio de Yuty por 20 años, con la ventaja de poder venderlo a terceros países. Es decir, puede proveer uranio al Mercosur, y otros países.
Para determinar su existencia, calidad, cantidad y lugares de mayor concentración, así como la factibilidad de la inversión, Transandes invirtió en la fase de prospección y exploración unos US$ 8 millones en el año 2007, que suman a la fecha US$ 12 millones, según Esteban Burt, representante de la firma). Esos resultados (pozos certificados) convencieron al Congreso y al Ejecutivo y obtuvieron la ley de concesión, ley que hoy aún está vigente, pero sin realizar actividad exploratoria en el sitio. En agosto de 2008, Transandes “liquidó†a todos los empleados y paralizó las actividades.
¿QUí‰ ES EL URANIO?
Se trata de un elemento con el mayor número atómico (92 protones en el núcleo) y de masa atómica 283,03. Es un muy reactivo. Se lo encuentra en estado de óxido (UO2). Dependiendo de su calidad en estado natural, se puede obtener el uranio 238 (99,03%) o el uranio 235 (0,7%). Enriqueciíéndolo, dependiendo de si es 238 ó 235, se usa para la construcción de bombas nucleares o para la generación de energía. Aparte de aplicaciones militares (municiones y corazas blindadas), se usa como combustible en las centrales nucleares.
Actualmente, el uranio es el único combustible nuclear utilizado para generar energía. Hoy, casi el 20% de la electricidad obtenida en el mundo proviene de reactores nucleares movidos por el uranio. El 238U es convertido en plutonio en los reactores reproductores y ese es el material que se utiliza para fabricar las bombas atómicas.
Al contrario de los combustibles fósiles, no genera anhídrido carbónico, con lo cual no colabora al efecto invernadero.