Valencia ha celebrado la Conferencia sobre el Plan Solar del Mediterráneo, centrada en la implantación del Plan Solar del Mediterráneo, proyecto con el objetivo de alcanzar en 2020 una potencia instalada en energías renovables de 20 gigavatios (GW) en la región.
La cita ha reunido a responsables energíéticos de la UE, de los países ribereños del Mediterráneo e instituciones del ámbito energíético y de la cooperación para el desarrollo económico, con el objetivo de reflexionar y debatir sobre los retos y oportunidades que representa la implantación del Plan Solar del Mediterráneo (PSM), un proyecto que se ha marcado como objetivo alcanzar en 2020 una potencia instalada en energías renovables de 20 gigavatios (GW) en la región.
En 2008 la Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de países europeos, norteafricanos y de oriente medio acordó relanzar la cooperación euro-mediterránea, un foro que tiene como fin lograr la paz y la prosperidad en la zona mediante la cooperación en economía, política, justicia y seguridad y la fijación de resultados concretos que quedaron plasmados en la denominada Unión por el Mediterráneo.
El Plan Solar del Mediterráneo (PSM) es uno de los proyectos contemplados dentro de la Unión por el Mediterráneo, en la que están presentes 43 países, incluidos los 27 miembros de la UE.
A la Conferencia han asistido delegaciones de Egipto, Italia, Malta, Alemania, Marruecos, Argelia, Mauritania, Bíélgica, Portugal, Grecia, Túnez y personalidades como el secretario de Estado español de Energía, Pedro Marín, el vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones, Philippe de la Fontaine Vive Curtaz, el director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía, Nobuo Tanaka, y la directora general de la Agencia Internacional de las Energías Renovables, Helí¨ne Pelosse.
Los países de la ribera sur del Mediterráneo tienen un alto potencial para producir energía a partir de fuentes renovables, ya sea para contribuir a su autoabastecimiento como para comercializar excedentes. Alcanzar el objetivo marcado (20 GW de energías renovables en 2020) les supondrá, además, desarrollar capacidades tíécnicas y creación de empleo cualificado, mientras que para los países europeos será un elemento que puede ayudar a cumplir los requisitos impuestos por la normativa europea de consumo de energías renovables en 2020 (el 20% del total).
Los diversos análisis realizados identifican como principales retos del PSM los elevados costes económicos que implica, la necesidad de contar con un contexto institucional estable que favorezca la inversión, la eliminación de barreras legales e institucionales y la construcción de infraestructuras e interconexiones apropiadas.
La integración regional que busca el PSM necesita dos elementos esenciales para concretarse: la existencia de interconexiones elíéctricas para evacuar la energía producida y el establecimiento de un marco institucional compartido que facilite la convergencia regulatoria y normativa.
Actualmente existe una sola interconexión elíéctrica operativa entre Europa y el Norte de ífrica (la línea que une España Marruecos) y con una capacidad de intercambio muy reducida.
Por otro lado, los proyectos del PSM esperan aportar la energía necesaria para el crecimiento económico aprovechando las ventajas comparativas que tiene la región en cuanto a recursos renovables (particularmente eólicos y solares); proveerán los servicios energíéticos que necesita una economía moderna y mejorarán la formación tíécnica y tecnológica.
La identificación de los proyectos que mejor contribuirían al cumplimiento del PSM está avanzada y, según los estudios realizados para evaluar el potencial de energía renovable existente en la región, la mejor opción es una combinación de energía eólica, solar termoelíéctrica y solar fotovoltaica, tecnologías que hoy en día presentan costes competitivos con combustibles fósiles en determinadas zonas de la región.
No obstante, las renovables todavía necesitan que se garantice su viabilidad, lo que requiere la articulación de sistemas de apoyo económico equilibrados que prevean su adecuación a los costes y su disminución en el tiempo hasta extinguirse cuando las distintas tecnologías alcancen la rentabilidad por sí mismas.
La instalación de los 20 GW de potencia objetivo del PSM requiere movilizar una gran cantidad de financiación en un momento de dificultad de acceso al críédito y crisis económica global.
Los mercados financieros de los países en desarrollo presentan insuficiencia de fondos y condiciones inadecuadas para el tipo de proyectos que se deben desarrollar. Por tanto, la financiación del PSM debe basarse en la concurrencia de fondos públicos y privados, fondos comunitarios, príéstamos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y de organismos financieros internacionales y regionales, así como una amplia participación de inversión extranjera directa.