Los activistas se desesperan despuíés de que el mayor banco de China, ICBC, haya anunciado que financiará la controvertida presa de Gibe III en Etiopía. Las consideraciones medioambientales hasta el momento habían detenido la financiación del Banco Mundial para el proyecto.
yer, el Banco Industrial y Comercial de China (ICBC) se ofreció a intervenir en el proyecto con un príéstamo de 500 millones de dólares a las autoridades etíopes para financiar la construcción de Gibe III. "Si el príéstamo se confirma, el mayor banco de China se convertirá en responsable de un desastre masivo social y medioambiental", según Peter Bosshard, de International Rivers, un grupo que hace campaña en contra de la represa.
De acuerdo con artículos aparecidos en la prensa de Etiopía, el ICBC ha acordado extender el príéstamo por un contrato con Dongfang Electric Machinery Corp, una compañía china de propiedad estatal, que proveerá equipos y maquinaria para el proyecto de Gibe III.
Se trata así de un importante revíés para los ecologistas, alegando que el proyecto de Gibe III significará un desastre para toda la región. Una campaña de representantes de la sociedad civil en todo el mundo ha celebrado que las grandes instituciones financieras internacionales hayan rechazado participar en el proyecto durante varios años.
Peter Bosshard, director de política de International Rivers, comenta que "el Banco Mundial, el Banco Africano de Desarrollo y el Banco Europeo de Inversiones se han mantenido hasta ahora distanciados de un proyecto que viola muchas de sus políticas. Si ICBC se atreve a participar en el proyecto, se podrán ver seriamente perjudicados los esfuerzos de China por ser un actor responsable en la protección del medio ambiente".
Johan Frijns, coordinador de la red mundial de activistas BankTrack, añadió que "China ha logrado grandes progresos en la reforma del sector bancario a travíés de su política crediticia. Financiar un desastre medioambiental, como es el caso de la presa de Gibe III, sería una burla a los esfuerzos de reforma medioambiental del sector bancario de China".
Según los activistas, la presa de Gibe III en Etiopía es uno de los proyectos hidroelíéctricos más destructivos que se están construyendo hoy en día. "Si se concreta, sería destruir los frágiles ecosistemas de los que 500.000 indígenas pobres dependen para su supervivencia", sostiene International Rivers.
El río Omo, en el tórrido sudoeste de Etiopía, desemboca en el lago Turkana (Kenia), en una zona desíértica. Medio millón de personas viven en el Bajo Omo. Su alimentación depende de los ciclos estacionales de crecida. Cuando la inundación se retira, siembran sus cultivos y el ganado pasta en la llanura de inundación, enriquecida por los nutrientes de los sedimentos. Hoy su supervivencia está amenazada por la construcción de una gran presa hidroelíéctrica, Gibe III, que alteraría gravemente el ríégimen fluvial.
El proyecto se encuentra a 1/3 parte del trabajo total y se espera terminar el Proyecto Hidroelíéctrico Gibe III en el año 2012. Para ese entonces el muro tendrá 240 metros de alto, siendo el más grande en su tipo en el mundo entero y conteniendo un lago artificial de 150 kilómetros de largo.
La presa proveerá 1,800 megawatios de electricidad, la cuál será mas del doble de la generación elíéctrica actual, resolviendo una crisis nacional elíéctrica de acuerdo con el primer ministro Meles Zenawi.