INICIO FOROS ÍNDICES DIVISAS MATERIAS PRIMAS CALENDARIO ECONÓMICO

Autor Tema: Las autonomí­as ignoran al Gobierno e inundan España con sus planes eólicos  (Leído 473 veces)

Scientia

  • Administrador
  • Excelente participación
  • *****
  • Mensajes: 37.976
  • Karma: +0/-1
  • Sexo: Femenino
Las autonomí­as ignoran al Gobierno e inundan España con sus planes eólicos

Publicado en Expansión por Miguel íngel Patiño

La descoordinación entre Estado central y Gobiernos regionales en materia energíética, y en especial en renovables, ha alcanzado el surrealismo durante las últimas semanas.

Las comunidades, que controlan ciertas competencias en licencias para proyectos de energí­a verde, son ajenas a la intención del Gobierno de ajustar drásticamente las subvenciones que reciben las renovables y controlar su crecimiento. El Gobierno intenta diseñar un desarrollo “económicamente sostenible”, pero las comunidades siguen inundando España de nuevas licencias.

El famoso concurso de Galicia, que ya fue suspendido el pasado año cuando llegó el nuevo Gobierno del PP, sustituyendo al bipartito PSOE-BNG, se ha reabierto. Está en fase de presentación de proyectos hasta junio-julio. Es el mayor concurso eólico que ha habido en España, con más de 2.300 megavatios (MW) de potencia (un 12% de lo que hay instalado en estos momentos). En fase más avanzada está otro gran concurso en Cantabria, con 1.400 MW en juego. La presentación de candidaturas se cerró hace semanas. Se está a la espera de la adjudicación.


Cataluña y Castilla-La Mancha no han convocado aún las bases de sus concursos, aunque desde distintos sectores se presiona para que se materialice ya (ver información adjunta). En principio, Cataluña quiere dar casi 900 MW en nuevas licencias a corto plazo, un pellizco de planes mucho más ambiciosos. Castilla-La Mancha contempla unos 1.600 MW. Asturias no tiene convocado concurso, aunque en la práctica las empresas viven como tal la adjudicación, proyecto a proyecto de unos 400 MW que está teniendo lugar ahora.

Carrera alocada
Todos los grandes grupos energíéticos están acudiendo a los concursos, solos o en compañí­a de socios locales. Es como una carrera alocada sin una meta clara. Las licencias que otorgan las comunidades cubren trámites que llevan años conseguir, como los medioambientales, de ahí­ la puja. Pero las empresas reconocen, puertas adentro, que todo es un enorme descontrol.

Las comunidades conceden licencias para nuevos proyectos que no se sabe quíé tipo de subvención van a tener y, lo que es peor, a partir de cuándo se pondrán construir. Eso lo decide el Ministerio de Industria a nivel estatal. Independientemente de la prima, ni siquiera se sabe si esos proyectos caben en los cupos anuales para nuevas instalaciones definidos por Industria.

Desbarajuste
Industria tasó a finales de 2009 el volumen de megavatios que podí­an entrar dentro del sistema de primas hasta 2013. Fue el políémico preregistro. En su mayor parte, los concursos autonómicos ya no caben en esos cupos. ¿Vamos a conseguir licencias que no podremos utilizar hasta despuíés de 2013?, se quejan en las empresas. Incluso tras esa fecha, hay incertidumbre. ¿Quíé nuevos cupos habrá despuíés del preregistro?. Y lo que es más inquietante: ¿quíé tipo de primas?

El desbarajuste eólico es el máximo exponente del caos competencial español entre el Gobierno central y los 17 gobiernos autonómicos. En un momento en el que el Ejecutivo central vira hacia una economí­a espartana (en renovables y otros muchos asuntos), las comunidades mantienen su propia fiesta, resumen gráficamente algunos expertos en energí­a. “Es fácil dar licencias de renovables a discreción desde las comunidades cuando el coste de las subvenciones a esas instalaciones se pagan a nivel estatal”, dicen fuentes cercanas a organismos como la Comisión Nacional de Energí­a (CNE).

La pelea del recorte de las subvenciones entre Industria y las Comunidades divide a los socialistas
Tensión polí­tica
El plan del Gobierno de recortar primas a las renovables ha sido muy mal acogido por los consejeros de Industria de las comunidades, que lo ven como un varapalo a sus grandes proyectos.

Fueron estos consejeros los primeros en ser informados de ese plan. Se sospecha que íéstos no tardaron en difundir el alarmismo de que el Gobierno preparaba un recorte retroactivo de las primas. Algunos sectores del Gobierno interpretan esas filtraciones como un intento de neutralizar sus planes creando tensión polí­tica, incluso desde las filas del PSOE, lo que ha sido calificado de desleal por algún dirigente.

Más de cinco mil megavatios ‘en el aire’
1. Galicia protagoniza el mayor concurso eólico en España, con más de 2.300 megavatios en juego. Está en fase de presentación de ofertas. El anterior concurso quedó anulado.

2. Cantabria convocó concurso para 1.400 megavatios y está en la fase de adjudicación de licencias. Las compañí­as consideran tíécnicamente muy buenas las localizaciones.

3. Asturias está dando hasta 400 megavatios en proyectos, uno a uno. Cataluña y Castilla-La Mancha aún no han sacado las bases de sus concursos, para 900 y 1.600 megavatios.

El explosivo cóctel de la polí­tica y la envidia regional, multiplicado por 17
Muchas de las 17 autonomí­as (algunas tradicionalmente reacias a las renovables), descubrieron el maná de esas instalaciones cuando el vecino lograba desarrollos locales significativos dando licencias. Así­ se lanzaron a la carrera verde. Mientras duró el barra libre estatal, no hubo problemas.

Habí­a sitio para todos los proyectos. Pero desde 2008 y, sobre todo, en 2009, el Gobierno central intentó poner lí­mites para evitar que las subvenciones que reciben las energí­as verdes (que se cargan contra el recibo de la luz) colapsaran el sistema elíéctrico. Las comunidades, ahora que ya no hay sitio para todos, se miran unas a otras con más recelo que nunca. Las envidias, y presiones a nivel polí­tico, no solo de las comunidades con el Gobierno central, sino tambiíén a nivel regional, crecen. Es significativo, por ejemplo, en quíé tíérminos se expresó hace dí­as EolicCat, la Asociación Eólica de Cataluña, al quejarse del retraso del concurso catalán. Se acusaba al Ejecutivo catalán “de la parálisis por su falta de compromiso, despuíés de un retraso de cuatro meses”.

EolicCat advertí­a que “el sector puede perder interíés en el desarrollo eólico en Cataluña y llevar sus inversiones a otras comunidades”. Y se referí­a a los concursos en España. “Mientras Castilla-La Mancha, Galicia, Castilla y León, Navarra, Aragón y Andalucí­a habrán multiplicado en los próximos años la capacidad eólica, en Cataluña continuará y se agravará el estancamiento”.