British Airways, en pleno proceso de fusión con Iberia, anunciará el próximo viernes, según apunta hoy la prensa británica, píérdidas por valor de más de 600 millones de libras (700 millones de euros).
Estas píérdidas obedecen tanto a los efectos de la crisis financiera como los derivados de la crisis volcánica. Además, estos resultados se anunciarán en medio de una convocatoria de huelga por parte de sus tripulantes de cabina en protesta por los planes de reestructuración de la aerolínea.
Los analistas habrían previsto píérdidas para la británica en una horquilla situada entre 550 y 620 millones de libras esterlinas (644 y 726 millones de euros) debido a un año "horrendo" empeorado con los costes de las previas acciones de huelga de los tripulantes y las píérdidas de la crisis de la ceniza.
No obstante, gran parte de las píérdidas habrían sido ocasionadas por las condiciones de mercado, con costes por combustible crecientes mientras la demanda de servicios 'premium' o 'busineess' sigue una tendencia plana a causa de la recesión.
Con la huelga en los talones
Ayer, el secretario general de Unite, sindicato convocante de la huelga, Tony Woodley, acusó a Walsh de realizar acciones "vengativas y mezquinas" contra los miembros del sindicato a pesar de que se habría llegado a un acuerdo sobre los puntos clave de la negociación.
El responsable se refirió así a la retirada de las concesiones de viajes a aquellos tripulantes de cabina que formaron parte de los paros de marzo y a una serie de acciones disciplinarias que incluyeron algunos despidos, unas acciones que Woodley calificó de "absolutamente escandalosas".
"Lo que el señor Walsh quiere hacer aquí es intimidarnos a la sumisión y ver humillados a nuestros miembros", aseveró. Mientras, desde BA insisten en que no han suspendido a nadie por ir a la huelga y dicen haber ofrecido el reestablecimiento de los beneficios de viaje a los tripulantes que acudieron a los paros.